martes, 28 de junio de 2011

TRABAJAR LAS CIUDADES DESDE AFUERA.

Por lo cual, salid en medio de ellos, y apartaos dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré. 2º Cor. 6:17.

Como pueblo que guarda los mandamientos de Dios, debemos salir de
las ciudades. Tal como hizo Enoc, debemos trabajar en las ciudades para no vivir en ellas.
En la medida de lo posible, nuestras instituciones deberían estar ubicadas fuera de las ciudades. (foto. Ciudades donde Abraham dio testimonio de su fe).

Debemos tener obreros para estas instituciones, y sí están ubicada en las ciudad, esto significará que las familias de nuestra gente deberán instalarse cerca de ellas. . .


El Señor desea que su pueblo se traslade al campo, para que puedan establecerse en la tierra, puedan cultivar sus propias frutas y hortalizas, y donde sus hijos puedan ser criado
s en contacto directo con las obras de Dios manifestadas por medio de la naturaleza. Llevad a vuestra familias lejos de las ciudades; ese es mi mensaje.

La verdad debe ser dicha, ya sea que los hombres quieran escucharlas o pasarla por alto. Las ciudades están llenas de tentaciones. Debiéramos planificar nuestra obra de tal manera que mantengamos a nuestros jóvenes tan lejos como sea posible de esta contaminación. (foto. violencia en las grandes ciudades, un maltratador y dos hombres muertos por las mafias).


[Yo conozco el resultado de lo que puede hacer las ciudades de un país cualquiera de este mundo. Los hijos de un hermano de mi congregación, sufrieron las consecuencias de la
s ciudades, uno se lanzo desde su ventana y se estrello contra el pavimento, el otro se suicido en su casa, todo por las malas influencias de las ciudades].

Las ciudades deben ser trabajadas desde puntos ubicados fuera de ellas. Dijo el mensajero de Dios: "¿No hay que amonestar las ciudades? Sí, pero no con el pueblo de Dios
viviendo en ellas, sino por medio de sus visitas, para advertir a sus habitantes de los que están por sobrevenir a la tierra.

Cuando la iniquidad abunda en una nación, siempre se ha de escuchar una voz de amonestación e i
nstrucción, tal como la de Lot, que fue oída en Sodoma. Pero Lot podría haber evitado muchos males a su familia, si no hubiera instalado su hogar en esa ciudad malvada y corrompida.

Todo lo que
Lot y su familia hicieron en Sodoma podría haber sido hecho aun cuando hubieran vivido a cierta distancia de la ciudad. Enoc caminó con Dios, y sin embargo no vivió en medio de una ciudad contaminada con toda clase de violencia y maldad, como Lot en Sodoma. (foto. Pirineo).

Enoc no instaló su morada entre los impíos. . . Se ubicó con su familia donde la atmósfera fuera lo más pura posible. De vez en cuando visitaba a los habitantes del mundo para darles el mensaje que Dios le había dado. . . (foto. Pueblo retirado de las ciudad, alto pirineo España).

Depués de proclamar su mensaje, siempre llevaba consigo a su lugar de retiro a algunos que habían aceptado la amonestación.

G.W.



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