lunes, 27 de junio de 2011

PROHIBIDO CONPRAR O VENDER

Y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia. Apoc. 13:17.

Se acerca el tiempo en que no podremos vender a ningún precio. Pronto se promulgara el decreto que prohibirá a los comprar o vender si no tiene la marca de la bestia. [Tener este marca o sin bolo, son aquellos que hayan aceptado guardar el domingo como día sagrado]. (foto. posible método para controlar a al ser humano)

En el último gran conflicto de la controversia con Satanás, loa que sean leales a Dios se verán privados de todo apoyo terrenal. Porque se niegan a violar su ley en obediencia a las potencias terrenales, se les prohibirá comprar o vender.

Mientras profesen es
tar aliados con el Cielo y pretendan tener carácter del cordero, los poderes religiosos mostrarán por sus hechos que tienen corazón de dragón y que son inspirados y dominados por Satanás.

Se acerca el tiempo cuando el pueblo de Dios será perseguido porque santifica el séptimo día. Vendrá el tiempo cuando los guardadores de los mandamientos no podrán comprar ni vender. [de hecho en algunos estados de Norte América esto ya se hace].
Apresuraos
en desenterrar vuestros talentos. Si Dios os ha confiado dinero, mostraos fieles a vuestro cometido; desatad vuestro envoltorio y enviar vuestros talentos a los cambistas, para que cuando Cristo venga reciba lo suyo con usura.

En la última crisis, antes que esta obra termine, miles de dolares y (E
uros) serán alegremente puestos sobre el altar. Los hombres y las mujeres considerarán que es un bendito privilegio participar en la obra de preparar almas para que estén de pie en el gran día de Dios, y darán centenares con tanta facilidad como ahora dan dolares. (foto el papado quedara como dominador del planeta).

Si el amor de Cristo ardiente en los corazones de los que pretenden ser sus hijos, veríamos hoy manifestarse el mismo espíritu.

Si comprendieran cuán cerca está el fin de toda tarea que se realiza
por la salvación de las almas, sacrificarían sus pasiones tan generosamente como lo hicieron los miembros de la iglesia primitiva.

Trabajarían por el progreso de la causa de Dios con el mismo fervor con que los mundanos trabajan para adquirir riquezas. (foto. El príncipe de este mundo se alinia con el papado).

Se ejercería tacto y habilidad, y se trabajaría con fervor y abnegación para adquirir medios, no para acumularlos, sino para depositarlos en la tesorería del Señor.

G.W.

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