DIOS NOS CAMBIARA EL NOMBRE.

Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gente. Gén. 17: 5.

Abram, que durante muchos años de silencio se había preguntado si alguna vez se revelaría. 

Dios que escucha hasta lo mas profundo del corazón del hombre, se presentó a su siervo. 

Abram, se postró delante de Dios, es decir: de rodillas y con la cabeza tocando el suelo, en sentido de respeto ante el Dios del universo. 

Se que hay muchas posturas de adoración, pero creo que esta es la más correcta cuando estamos sólo ante Dios. Abram sería el padre del pueblo escogido por Dios a través de la historia humana. 

En este mundo sólo habrá dos pueblos, los que adoran a Dios y guardan sus mandamientos, y los que no los guardan. Y tenemos un gran ejemplo, la destrucción de Sodoma y Gomorra. 

Estos pueblos representa al mundo que sigue a Dios, y los que lo siguen. Dios cambia el nombre de Abram por el Abraham que significa “padre enaltecido”.

Esta fórmula no aparece en ninguna parte, pero se lo encuentra bajo la forma de Abiram, que significa “mi padre es enaltecido” (Núm.1:1; 1º Rey. 16:34). En la antigüedad los nombres eran muy importantes, porque tienen un significado familiar. 

Si buscamos esta frase en el contexto árabe, (ruham) que significa “gran número” 

Por lo tanto, el nombre de Abraham se puede traducir “padre de un gran número”, Dios le notifica que será Padre de muchedumbre, haciendo referencia a todos aquellos que se salvarán cuando Cristo venga por segunda vez. 

Cuando los hijos de Dios sean redimidos, todos ellos tendrán una piedra blanca con su nombre nuevo Apc 2:17. 

Todos los que hacen la voluntad de Dios, no importa de que denominación religiosa sean, si está de acorde con los requerimientos de Dios, tendrán su nombre en esa piedra blanca. 

Abraham se le dio un nombre nuevo, y estableció un pacto con Dios. 

Todos los que hacen un pacto con Dios, deben de respetar dicho pacto, como lo hizo Abraham. 

La lealtad del cristiano hacia Dios debe de ser el primer lugar, Dios no tendrá por inocente al culpable. 

Dios hizo un pacto con el hombre a través de Abraham y después lo sellos con Cristo en la cruz. 

Esta promesa abarca todas la bendiciones de la salvación y es una indicación clara del carácter espiritual del pacto abrahámico. 

Dios se da así mismo a aquel que entra en la relación del pacto, y al hacer eso le confiere todos los privilegios,  los gozos y la esperanza gloriosa que proviene del parentesco con Dios. Somos hijos y hijas de Dios. Esta es la promesa hecha al hombre fiel.

MARANATA.

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