“
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ha ungido Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos; a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel.A proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados”. Isaías 61:1-2Este es uno de los capítulos más hermosos, cierto es que hay otros mas hermosos como el de la cruz del calvario. Pero este pasaje de Isaías se hace notar por su contexto mesiánico, aplicada por Jesús para si mismo.
El tema del cap. 61 está estrechamente vinculado con el del cap. 60 (cf.61:3; 60:9. 15; 18. 20-21). Cuando se unge a una persona esta es apartada para alguna función determinada o específica del ministerio.
Muchos dentro de su ministerio como diáconos, se toman su ministerio como un cargo más de la iglesia y no le dan, el sentido de esta consagración.
Cada brillante estrella que Dios ha colocado en los cielos obedecen sus órdenes y de sus características medida de luz para embellecer los cielos por la noche.
Así mismo, cada alma convertida refleja la medida de la luz que le fue dada y a medida que refleja aumentará la luz y se hará brillante.
Todos ellos que han sido ungidos, deberían dar tan testimonio de la verdad que la luz de Cristo resplandecerá en ellos. Tenemos el caso de Aarón fue ungido por Moisés, para dar luz a su pueblo.
Elías debería ungir a Jehú como rey y a Eliseo por profeta. Elías y Eliseo resplandeció en la oscuridad del pecado de Israel (1º Reyes 19:16).
Cristo había de ser ungido por Dios el Padre (Sal.45:7) por medio del Espíritu Santo (Hechos 10:38) en ocasión de su bautismo.
La gran obra de Cristo en la tierra fue la predicación de las “buenas nuevas” de la salvación.
Su ungimiento tenía un propósito, como la de cualquier hijo suyo que esté consagrado en el ministerio.
Después de su retiro y meditar, se fue a cumplir su ministerio y dar vida a los hombres y mujeres.Llevo las buenas nuevas de salvación para el hombre y el mensaje de perdón y la aceptación de parte de Dios (Luc.4:14-15, 21, 31, 43-44).
La mejor forma de demostrar a Dios vivo, es dar amor como Cristo lo hizo. Ya que la mejor forma de conseguir amor es dar mucho amor a los de más.
Si esperamos recibirla, nunca la recibiremos hay que dar para recibir. Este mensaje de Cristo era para los pobres y abatidos de espíritu (Mat. 5:3, 5.).
Cristo vino para aliviar el sufrimiento de los que están triste y fatigados por la carga del pecado.
Cristo es el gran Médico que vino a sanar los corazones de esta humanidad. Usted es el que decide, el Gran médico le espera, el cura toda las dolencias, pero tienes que tener fe. (Indispensable).
MARANATA.
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