CRISTO Y PABLO.

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que yo ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a si mismo por mí. Gálatas 2:20.

Cuando alguien tienen una presciencia de tal magnitud como la que tuvo Pablo, nunca se olvida y siempre está presente. Yo no puedo olvidar que pasó un día de Febrero del 1967. 

Como Dios me libró de las manos del espiritismo, gracias a una hermana de la iglesia, que a la sazón era obrera Bíblica, la hermana Purita Bellido. 

Sin saberla ella, fue usada por Dios. Como conté en este blog, mi madre fue hacer un trabajo a un ganadero. Si “yo” hubiese ido, participaría de la sesión, y mi enemigo me tendría cogido para siempre. 

Pero mi Dios al cual sirvo, me libro como tantas veces en mi vida. Es por eso que a la sazón, digo como Pablo: Con cristo estoy juntamente crucificado, y ya no quiero vivir yo, sino que Cristo viva en mi. 

Para Pablo tenía un gran significado el ser cristiano. ¿Pero que quiso decir Pablo cuando dijo que estaba crucificado juntamente con Cristo? 

¿Que vemos nosotros en la cruz de Cristo? ¡Vemos lo mismo! Oh el mundo en que vivimos nos atrae más que la cruz que vio Pablo. 

Pablo vio en esa cruz de Cristo al “viejo hombre” que una vez fue. Así la debemos ver cada cristiano que desea ser fiel a Dios. 

En esa cruz está el orgullo, la arrogancia, los celos, las envidias, el egoísmo, el odio, la crueldad, y la mezquindad, eso es lo que vio Pablo, y lo que debemos ver cada uno de nosotros al mirar la cruz. 

Todas estas cosas las debemos clavar en la cruz, Morir en la cruz es una muerte dolorosa, así debería de estar nuestras vidas dolorosas. 

Todos los seres humanos, de una forma o de otra, hemos llevado a Cristo a la cruz. 

Así como Jesús había vivido después de la muerte, también debe de surgir nuestra experiencia en su “crucifixión” y surgir como una “nueva criatura”. 

Así como Pablo se sintió muerto al pecado, al mundo y a los métodos ideados por el hombre para lograr la justificación, como si él hubiera sido realmente crucificado. 

Pablo ya no sentía la atracción de esos métodos en su corazón Ahora llega a declarar.”Y ya no vivo yo. Pablo murió al mundo y a las cosas del mundo. 

¿Qué motivos nos impulsa a servir a Cristo?¿Estamos buscando remuneración, seguridad o posesiones?¿Estamos siendo empujados por la persuasión a rendir un servicio a medias? 

¿O bien somos impulsados por la fe en el Hijo de dios para que haga la misma obra que hizo con Pablo? 

Nuestro motivo debe de ser servir a Dios por amor, y de hacer su voluntad a cualquier precio que se nos mande. Pablo comprendió esto muy bien. ¡Y tú!

MARANATA.

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