lunes, 21 de junio de 2021

¿A QUE PODER SERVIMOS?

¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavo para obedecerle, sois esclavo de aquél a quien obedecéis; ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia? Rom. 6:16.

Pablo ilustra la pregunta que se expone en el verso 15, refiriéndose a las normas de la esclavitud de su tiempo. Para los griegos y los romanos un esclavo no tenía valor y podían hacer cualquier cosa a su antojo. 

La condición de un esclavo sometido a su amo cruel era sumamente penosa, y a veces era tratado peor que una bestia. Esta es la condición o la situación de todo ser miserable y pecador, ya que somos esclavos de Satanás.

 Y de sus propios malos deseos y apetitos son sus implacable capataces. 

Pablo encontró en roma a una iglesia que vivía bajo un engaño aparentemente que no importa cuántos pecados se tenga en la vida, porque después de todo, ¿No había prometido Cristo borrar con su gracia todo pecado? 

Esta es la situación de muchos cristianos, no importa lo que hagamos ya que por gracia somos salvos. Así que podemos pecar cuanto queramos, como ya somos salvos. 

Este es un concepto muy equivocado de la cristiandad del siglo XXI. “¿Pues qué diremos ? Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera” (Rom. 6:1-2). 

Lo cierto que cada persona es libre de escoger a quien debe de servir. 

A lo largo de mi vida me encontrado con personas que decían: “La gracia de Cristo me salva” y puedo vivir una vida normal haciendo lo que yo desee” 

Creo que este asunto hay que entenderlo muy bien en nuestro siglo. Si somos hijos de Dios somos propiedad de Cristo; y con nuestra conducta de mostramos cuál es el amo al que servimos. 

Tenía un amigo cristiano (no C.A.R.) que sostenía la teoría de sus pecados eran perdonados. Pero bebía, fumaba, y otras cosas más deshonesta hacia. 

Si somos templo del Espíritu Santo, debemos dejar todo aquello que Dios no quiere que tengamos, ya que seremos esclavos de aquel a quien servimos. 

¿Que podemos decir en cuanto a la lujuria? ¿No cedemos a veces a su tentadora voz? 

¿No existe principios morales? Nuestra generación ha decaído y se ha relajado en nuestro siglo. 

Un verdadero cristiano, debe de tener unos principios morales y éticos en medio de una cristiandad corrompida.

 La inmoralidad a crecido por doquier, y a lo bueno llamamos malo, y a lo malo bueno. 

Nadie puede servir a dos señores al mismo tiempo (Mat.6:24; Luca. 16:13; cf. Juan 8:34). 

Creo que en cada persona reside un yo superior y otro inferior. El yo inferior exige que sus deseos sean satisfechos, mientras el yo superior está dispuesto a hacer la voluntad de Dios. 

La obediencia a Dios, es la obediencia a la fe según Romanos.

MARANATA.

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