lunes, 4 de enero de 2021

LA CONCIENCIA EXTREMA.

Porque si vivís conforme a la carne, moriréis, mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. Rom.8:13.

Pablo esta hablando de morirse. La muerte es inevitable para los que viven conforme a la carne cf.cap. 6:21, no tienen esperanza ninguna. 

El cristiano no debe ceder a los impulsos y deseos de la carne, excepto en lo que esté de acuerdo con la ley de Dios. 

El cristiano no tiene por qué ceder a la tentación hacia el mal. El cristiano tiene a su disposición las fuerzas superiores que Dios ha puesto a su servicio y que son superiores a las que van contra el. 

El cristiano temeroso de Dios grande, sabe que la muerte es la consecuencia inevitable de una vida según la carne, 

pero que la vida eterna no es exactamente la consecuencia inevitable de hacer morir las obras de la carne, sino que es, más bien, la dádiva de Dios en Cristo (cap.6:23). 

Creo sinceramente que depende de cada uno como sea su vida espiritual, debemos de vivir conforme a nuestra conciencia y que si vivimos conforme a la carne moriremos eternamente. 

Nuestra propia conciencia será nuestra ley y nos acusara ante el tribunal de Dios. Esto es para cualquiera que sea su profesión de vida espiritual que hagamos, y si vivimos de acuerdo a los requerimientos de Dios viviremos; pero si vivimos conforme a la carne moriremos.(Gal. 6:7-8; Efe. 5:5-6; Fil.3:18-19; 1º Juan 3:7-8). 

La cuestión es: O mueren nuestros pecados, o morimos nosotros. Si los dejamos vivir, moriremos; si lo hacemos morir, seremos salvos. Lo que se debe deja muy en claro es: Nadie podrá ser salvo en sus pecados. 

Es la ley, es como un espejo en el cual el hombre se mira.Todos recibimos la ley de Cristo por medio del Espíritu Santo. Es la ley del amor.

Podemos formularla de otra forma: “Cualquier cosa que dañe o debilite tu cuerpo, o afecte tu dominio, 

se debe de descartar, porque mi cuerpo es templo del Espíritu Santo. 

Es importante notar que el poder guiador y transformador del Espíritu Santo se describe a lo largo de la historia como el que conduce, por qué no fuerza la voluntad del hombre. 

 Cierto es, que en el plan de la salvación Dios no obliga a nadie. El hombre es libre de escoger su propio camino.

El Espíritu Santo sólo mora en el corazón del que lo acepta por fe; y la fe implica una sumisión voluntaria y por amor ante la voluntad de Dios y la influencia guiadora del Espíritu Santo. 

MARANATA.

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NOTIFICACION A LOS LECTORES.

Notificación: Estimados lectores de este blog. Oren mi salud y por este proyecto Sal. 62: 7 (a través de https:// se puede ver estos blog)Dentro de un mes me tienen que intervenir, y estaré convaleciente unos días. Durante ese tiempo no podré poner las matutinas. Oren por mi.

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