Y díjele: Tú estarás por mía muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; ni tampoco yo vendré a ti. Oseas 3:3.
Una de las preguntas que nos hacemos los cristianos es: ¿Porque Dios le manda a Oseas que comprase una Ramera? ¿Cual era la enseñanza para el pueblo?
¡Si es que la había! El precio que le costo a Oseas la mujer era de 15 piezas de plana, que era la mitad de lo que costaba un esclavo. También le dio un Gomer de cebada, Oseas 220 Kl.
El total de la compra por la mujer 33 litros. El profeta pago en especia y en plata. Esto era aproximadamente el precio de una esclava. Pero que quería el Señor enseñar a su pueblo?
¿Que quiere enseñarnos a nosotros? Durante mi vida de cristiano, tuve la oportunidad de escuchar a grandes pastores, y cada uno de ellos trataba el tema diferente.
Pero eso “si” todos coincidían en un punto.“El pueblo estaba muerto en sus pecados, no veían su enfermedad.
Lo segundo que estaban de acuerdo, era la bondad de Dios y su infinito amor, y lo recto a aplicar la justicia.
Lo segundo que estaban de acuerdo, era la bondad de Dios y su infinito amor, y lo recto a aplicar la justicia.
La cebada reflejaba en sí mismo esa degradación, aludiendo a la “harina de cebada” que se ofrecía cuando se sospechaba del adulterio de una esposa” (Núm.5:11-15).
Nos muestra el profeta la vileza de la condición de Israel. En este ejemplo vemos el gran amor de Dios. Gomer llevo una vida desenfrenada y luego fue esclava.
Yo la llamo “la hija prodiga” del Antiguo Testamento. Oseas la compro. Esta mujer pudo ser esclava toda su vida. Pero llego el esposo y la compro, aunque ella había abandonado el hogar.
La reunión entre Oseas y Gomer debía de demostrar una lealtad que antes no había. Debían de dejar un periodo donde ambos debían de reflexionar la situación.
El profeta asumía la nueva relación familiar con ella “durante muchos días”. De la misma manera Israel, separado tanto de su amante y de su Marido, debía de demostrar su fidelidad.
“¿No puede estar el Israel espiritual en la misma situación que la Gomer?”
¡Pensémoslo, cómo esta la iglesia hoy! La lección que podemos sacar es: La persistencia del amor de Dios.
¡Pensémoslo, cómo esta la iglesia hoy! La lección que podemos sacar es: La persistencia del amor de Dios.
Dios utiliza la experiencia de Osea y Gomer como una analogía para revelar la situación de Israel, y hacia su pueblo descarriado de todas las épocas.
El amor de Dios es tan grande que él está dispuesto a volver a comprar a su pueblo pecador. Esta es la idea centra del Evangelio. He aquí yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oyere mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
MARANATA.
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