Aunque la higuera no florezca, ni la vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales: con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salud. Habacuc 3:17-18.
Este libro fue escrito bajo una de las apostasía más terribles de Israel. Durante la última parte de Manasés, durante el reinado de Amón y una parte del reinado de Josías. Habacuc lamenta el pecado de Judá, sabe que su pueblo merece el castigo, por dejar a Dios.
Pero Dios tiene una solución para este problema, es revelar al profeta cómo el creciente orgullo los conducirá a la muerte. Mientras que conduce a la vida y a la confianza y sumisión de los justos ante Dios por la fe.
Cuando los pecadores prosperan y el pecado se ensalza contra Dios, y los santos sufren por causa del pecado. El triunfo de la justicia alumbrara a los santos sufran por causa del pecado.
El triunfo de la justicia alumbrara a los santos, aunque sufran por causa de la maldad del hombre. Así vio el profeta como un espejo la maldad de su pueblo a través de los siglos.
Cierto es que esta confesión del profeta, expresada en lenguaje del pueblo, me atrevería a decir lo siguiente: "Aunque mi negocio baya mal, aunque mi empleo lo aya perdido, mis acreedores me asedien.
Aunque no llegue con los pagos de la hipoteca, y mi futuro lo vea muy negro, y mi futuro no sea muy negro; Me regocijare en mi Dios, pues el es el Señor de mi salvación.
Hoy en pleno siglo XXI, estamos pasando por pruebas muy duras. En mi departamento de ADRA, los casos que vienen son desesperantes, muchas de las personas an perdido su trabajo, no tienen dinero para comer, están muchas de estas familias están desesperadas.
Pero a pesar de todo esto, Dios les ayuda. Habacuc relaciona su tiempo, con el tiempo del fin. Así será también nuevamente durante las escenas finales de la historia de la tierra, cuando ella sea así también desolada.
La serenidad se consigue a través de la experiencia con Dios, día tras día y diremos cómo Habacuc: Sin embargo me regocijaré en el Señor.
¿Cómo se adquiere esta experiencia y esta serenidad? La confianza
la lealtad y la sumisión, con una dosis de mucha oración personal con Dios.
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