domingo, 24 de noviembre de 2019

¿QUE ARA EL CRISTIANO?


Y el fue por toda la regiones contiguas al Jordán, predicando bautizando del arrepentimiento para perdón de pecados. Luc. 3:3
Juan proclamó el valor y la necesidad de bautizarse y de abandonar el pecado (Mat.3:2, 6).

como una preparación indispensable para la venida del Mesías y de su reino. Este mensaje no ha cambiado en el siglo XXI, el mundo debe de prepararse para recibir a Cristo en las Nubes. 

Pero previamente debe de haber un genuino y sincero arrepentimiento y una nueva conversión. Juan les anunciaba Jesús que bautizaría “en Espíritu Santo”. 

Cristo llevaría a los corazones de sus oyentes una nueva vida. Pero el arrepentimiento que Juan predicaba abarcaba mucho más que la simple confesión de los pecados pasados (Sal.32:1). 

Como lo demuestra sus palabras de admonición (Luc. 3:9-14). El verdadero evangelista, debe de sembrar en los corazones de los oyentes esperanza del perdón, de Dios, si hay en ellos sinceridad de arrepentimiento.

El “arrepentimiento” debía ser seguido inmediatamente por una nueva vida en la cual debía ponerse en práctica los principios de justicia ya revelados en la Biblia. 

El “perdón” viene de un Dios misericordioso al hombre arrepentido. El arrepentimiento y la confesión, debía preceder al bautismo, ya que es el primer pasa que debía dar el hombre para recontarse con Dios. 

Los publicanos le preguntaron: “¿Qué aremos?” Y la respuesta fue: “No exijáis más de lo que os está ordenado”. La extorsión era una cosa normal, al igual que hoy día. 

No importa si está fuera de los ámbitos de la iglesia, o si esta dentro de la iglesia. Entre el pueblo de Dios no debe de existir la extorsión. La orden fue: “No hagas extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario. 

Pero para un empresario es muy difícil hacer esto, sea cristiano o no, el sólo mira sus intereses. Notemos que Juan no tenía el evangelio completo que iba a ser predicado. 

“Uno más poderoso que él” Daría a conocer el verdadero evangelio. El mensaje de Juan para sus días era claro y sencillo. Enseñaba la misma verdad presente que Miqueas cuando dijo: 

“Pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. Esta verdad alcanzo su pináculo en estos tiempos en que vive la humanidad. 

Muchos cristianos confunden la responsabilidad cristiana con la salvación por las obras. Cuando la gente preguntó: “¿Que haremos?” 

Creer en Jesucristo y hacer su voluntad como esta escrito en la ley y los profetas. 

La salvación es el resultado de la gracia divina. 

Pero también es cierto que la persona regenerada adopta una nueva actitud hacia el prójimo y hacia Dios. Un actitud de amor que se transforma en buenas obras.
MARANATA.
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Notificación: Estimados lectores de este blog. Oren mi salud y por este proyecto Sal. 62: 7

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