JESÚS ESTÁ SIEMPRE PRESENTE.

He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Mat. 28: 20.
Esta fue la promesa de Jesús para animar a sus hijos, para soportar enfermedades, soledad, y peligros y desprecio por una sociedad ingrata. 

La aceptación del evangelio implica acción de la mente. Sólo el que sabe bien lo que cree puede ser cristiano en el sentido más cabal. 

Quienes conciben que la conversión y la salvación sólo atañe al sencillo asentamiento de la fe en Jesucristo como Salvador –por más importante que pueda ser ese aspecto de la vida cristiana –omiten una parte importante de la comisión evangélica. . . 

En verdad, el tener fe en Cristo exige un crecimiento constante en “el conocimiento de nuestro Señor (2º Pedro. 3:18). 

Si no se ejercitan las facultades mentales para comprender la voluntad revelada de Dios, no puede haber verdadero cristianismo, ni verdadero crecimiento. 

Cristo nos enseña a través de sus profecías de Daniel y Apocalipsis las cosas que van a suceder. Por eso el esta con aquellos que con diligencia estudian su palabra. 

En un mundo pervertido, las enseñanzas de Cristo son obsoletas, y es por eso que una gran mayoría no lo aceptan. 

Cualquier enseñanza que no tenga la autoridad de Cristo, no tienen lugar en la iglesia cristiana. 

Cristo tienen que estar presente en nuestra mente y en el corazón. “Leonardo da Vinci en su Ultima Cena. Pinta a al Salvador como a un Cristo presente. 

El paisaje que se ve a través de la ventana, en el fondo del cuadro, no es palestina. Ni la mesa, ni los vasos, ni las sillas. Porque ese estilo no se usaba en el antiguo Israel. 

Pero el quiso presentar a un Cristo cercano a su sociedad, un Cristo presente. Esta promesa no esta limitada a los grandes misioneros, ni a la gente más encumbrada, sino a todos aquellos que con sinceridad le aceptara. 

No es raro que Jesús hiciera este anuncio en vísperas de su muerte. Sin embargo, en virtud del don del Espíritu Santo, Jesus estaría más cerca de los creyentes en todas las partes de la tierra. 

Esta es la esperanza y la gran verdad de nuestro Señor, para los suyos, él sabía por lo que pasarían los fieles hijos de Dios, por pruebas, por causa de su palabra. 

Jesús se ha ocupado activamente de la salvación de los suyos y lo seguirá haciendo hasta el mismo fin. 

La fe cristiana tiene sus raíces en las promesas de Jesucristo. 

Sé fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida.( apc.2:10) Cristo ha estado desde la fundación del mundo y estará hasta el fin del mundo. Apc. 22: 20.
MARANATA.

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