LAGRIMAS DE SALVACION.

Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente. Lucas 22:62

Lo cierto que es Lucas el único que menciona este hecho. Recuerdo una historia de un que leí. 

Un hombre de familia que se gastaba el dinero en la bebida, olvidando que tenia a una familia que alimentar. 

Cierto día entro como de costumbre a la cantina (bar), avi estado bebiendo durante mucho rato, mientras bebía. Lloraba por que se había dado cuenta de que había malgastado su vida; porque no había aprovechado las oportunidades para dejar el alcohol. 

Había destrozado a la familia, porque no había apreciado a su esposa y el valor que esta tenia. No importa se dijo esta vez llorando, boy a tomar una decisión diferente a las anteriores y dejare de beber. 

Por unos instantes se sintió elevado incluso emocionado, así que volvió a casa y maldijo a su esposa. 

Esto parece un cuento de mil y una noche, pero esa es la realidad de la vida. 

Muchos están en esta situación, dominados por el poder del alcohol. Lo cierto es que las lagrimas de este hombre no demostraron sinceridad, ni arrepentimiento por sus hechos. 

Cuando las lagrimas saltan y hay una sincera y un genuino cambio de vida o de actitud, hay un verdadero cambio en la vida. Pedro lloró porque vio y experimento el horror de la mentira, y de negar a su Maestro. 

Y a través de la gracia de su Señor, Pero nunca más negó a su Señor. Podemos llorar como el alcohólico, tener de momento un arrepentimiento, pero si no hay una verdadera convicción de abandonar el vicio será un fracaso total. 

Hay dos clases de lagrimas: las que reconocen la caída y se aferran a los méritos de Cristo, y las que tan sólo expresan la debilidad de la desesperación. 

Hay que tener una verdadera convicción del problema, analizar sus consecuencias, y después llevarlo a ante Dios, que es amplio para perdonar y dar la fuerza para vencer tal defecto de carácter.

Pablo menciona dos: “La tristeza que según es Dios y produce arrepentimiento para salvación, y de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte” (2º Cor.7:10). 

El mundo del siglo XXI esta en emborrachado de doctrinas, de alcohol, y de fiestas populares donde el rey de este mundo impera. 

Las consultas de los siquiatras están llenas, y las iglesias vacías. 

Si Pablo levantara la cabeza ¿que nos diría? Queridos lectores: el tiempo se acerca lentamente pero firme, el mundo tiene que saber la verdad presente. 

Todo depende de “Ti” y de “Mi”. Viene el día cuando “enjuagará Dios toda las lagrimas sinceras” (Apc. 21:4).

MARANATA.

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Notificación: Estimados lectores de este blog. Oren por mi salud y por este proyecto Sal. 62: 7