LA GRAN MINORIA.

Y les decía: La mies a la verdad es mucha, más los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Lucas 10:2

Las instrucciones dadas a los setenta fueron similares a las que dio a los doces discípulos. Pero son las mismas que nos da a través de la Biblia a su iglesia. 

No podemos comparar las circunstancias de aquella época con la nuestra. Lo que si es cierto que la premura del mensaje es importante. Debemos despertar el espíritu de evangelizar al mundo que se encuentra dormido o aletargado.

Cierto ministro escocés estaba preocupado por la apatía de su congregación, y no sabía que hacer. Cierto día cogió el tren que se dirigía a la ciudad. En el trayecto se fijó en un cartel de propaganda en el cual decía: 

¡La abrumadora minoría! Mucha veces me he hecho esta pregunta ¿No ha avanzado siempre la obra de Dios por una pequeña minoría? 

¿Que paso con los trescientos de Gedeón? Avanzaron por fe, los doce discípulos avanzaron por fe. ¿Luego que pasa en la iglesia de Dios? 

Todos que son movidos por amor de Cristo y quieren ver su venida presto, avanzaran por fe. Pero la gran mayoría, inventaran cualquier cosa para atraer a sus miembros a la iglesia, usan instrumentos humanos y no los instrumentos de Dios. 

El destino de la raza humana ha sido determinado por las minorías bien sean -políticas, sociales, o religiosas- esto siempre a sido así. “Muchos son llamados y pocos los escogidos” esta es la realidad. 

La tibieza, el orgullo, como los antiguos fariseos, llenan al pueblo de Dios. Se necesita una nueva conversión por el Espíritu de Dios, más oración y más consagración. 

Los que testifican por Cristo, guiados por los motivos mas elevados, son también una pequeña minoría en la iglesia actual. Muchos de sus dirigentes pierden el sentido de la orientación, como los fariseos y saduceos. 

Esa minoría se puede convertir en una gran lanza de punta para dar la amonestación del ultimo momento de la historia. Esto es lo que Jesús quiso decir cuándo comparó el reino de los cielos con la levadura. 

Una pequeña porción de levadura basta para “leudar toda la masa”. 

Se que hay hombres pequeño en estatura, pero grandes en la palabra de Dios. 

“Dame doce hombres, hombres constantes, que amen sólo las almas, que no teman más que al pecado en todas sus formas, y que amen sólo a Dios y sacudiré todo Zaragoza. 

Una minoría en cada país del mundo, puede mis hermanos sacudir los cimientos de su país. Dios quiere a hombres y mujeres en esa minoría para dar la última amonestación.

MARANATA.

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