¡QUIEN SE AVERGÜENZA DE JESÚS?

Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adultera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria con sus santos ángeles. Marc. 8: 38.

No solamente Jesús se refería al pueblo de Israel, sino a los pueblos que rechazaban la palabra de Dios y iban tras el mundo de las modas y del lujo. 

Cuando el hombre sincero y temeroso de Dios permanece en él y Cristo en nosotros, nuestra confesión de fe en él llevará mucho fruto (Juan 15: 1-8). Cristo rogó al Padre por esta unidad y comunión antes de entre en el huerto de Getsemaní (Juan 17:23). 

No importa cual sea tu método (que sea respetable y honesto), para llevar el mensaje de la salvación en Cristo, a personas que están padeciendo un sufrimiento espiritual. 

Los que testifican de Cristo entre sus vecinos, amigos, incluso que se vayan a un pueblo remoto, son personas que quieren testificar de Jesús, porque desean que Cristo aparezca en las nubes de Orión.

Y de ese modo Jesús puede dar testimonio de Padre. Jesús es ahora nuestro testigo, nuestro Embajador ante el Padre, y ante la corte celestial. 

Y por ende, nosotros debemos de ser embajadores ante los hombres.Debemos de hacernos una pregunta muy seria: 

¿Cristo se avergonzaría de usted o de mi? Si él no se avergüenza de usted ni de mi ¡que hacemos! 

En el culto familiar que hacemos mi amada esposa y un servidor, le decía a mi esposa, si todos los miembros de Laodicea (tibia) fuéramos fuertes y proclamásemos la venida de Jesús, Cristo había regresado hace mucho tiempo. 

Pero Cristo le da pena de la condición en que se encuentra sus hijos. Si cuando aún era era un pecador, Cristo estaba dispuesto a morir por mí; y me ofrece el manto de justicia, y aun más, me ofrece el anillo y las sandalias de la santidad y restituyéndome como hijo y hija de Dios Altísimo. 

Entonces por qué “se avergüenza de ti y de mi” El sentimiento de vergüenza a menudo aparece cuando se produce un conflicto entre dos sistemas de valores. Por ejemplo, yo me declaro cristiano y guardo los mandamientos de Dios.

Pero en mi corazón esta violando los preceptos de Dios, y no estoy entregado a Jesús, ni estoy plenamente convencido de mi estilo de vida. 

Hay un tremendo conflicto en mi mente y en mi corazón. Cuando voy con mis amigos, me comporto como ellos, me dejo llevar por las cosas del mundo, pero en mi interior de mi corazón me avergüenzo de mi mismo.

El Espíritu Santo trabaja sin cesar en el hombre para volverlo a Dios.Cuando Jesús venga en las nubes de gloria para llevar a su pueblo a su hogar para vivir con El eternamente. 

Aquel que se mantuvo fiel en la verdad estará preparado para ir con Cristo a la tierra nueva. “¡Despertad, despertar!” Que Cristo viene ya.

MARANATA.

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