miércoles, 16 de enero de 2019

LA MARAVILLA DEL MUNDO.

En quien [Jesucristo] todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu. Efe.2:21-22.
El anfiteatro de Efeso con la capacidad de 24.000 asientos es una de las siete maravillas del mundo antiguo. Y en medio de un terreno pantanoso esta la ubicación de la diosa Diana. (Constantino la rebautizo como la Virgen maría). 

Esta ciudad había sido destruida siete veces y reconstruida siete veces. Alcanzó su pináculo y fue infame por su prosperidad durante los siglos 1 y 4 d.C. durante el tiempo de Augusto, quien fue uno de los más conocidos líderes de la antigua Éfeso, y eventualmente se convirtió en uno de los lugares importantes de Nueva Asia. 

Fue en este teatro donde Pablo predicó a los efesios. Demetrio y sus compañeros artesanos provocaron una protestas pública contra Pablo, al grito de “¡Grande es la diosa Diana!” 

La predicación de Pablo no llego a los corazones de los hombre de Efeso, eran duros como la piedra eran de la misma construcción que la diosa. 

No es el hombre que convierte al alma, es Dios el que hace que salga el sol en los corazones de los hombres. El abre las ventanas del cielo y da la lluvia.

El hace que crezca la yerba de las montañas. “Da la nieve como la lana, y la escarcha como ceniza” (Sal.147:16). El Señor no ha cesado sus bendiciones para su pueblo, ni para aquellos que le abre la puerta de su corazón. 

Dios busca el templo del corazón del hombre, este sera enriquecido con las joyas mas exquisitas y más hermosas. EL Espíritu Santo es el mejor adorno que el hombre puede poseer, y es ofrecido gratuitamente. 

Ara de el el templo más hermoso, no de piedras frías y sino de piedras vida. Algunos cristianos todavía intentan impresionar al mundo con edificios costosos, pero el método del Espíritu Santo utiliza para construir el amor. 

Él quiere que seamos piedras vivas para la edificación de su iglesia, y para dar testimonio del amor del Padre al mundo. 

¡Cuán admirado está el cielo ante la condición actual de su iglesia que podría ser tanto para el mundo, si cada piedra estuviera en su lugar debido, una piedra viviente que emitiera luz! 

Como familia de Dios, nuestra obligación es orar, estudiar y predicar las buenas nuevas de salvación. 

Para la edificación del gran edificio que esta construyendo Dios, y sea visto de todos los hombre. 

Al reunirse en los hogares, para orar los cristianos proclaman con su ejemplo la venida del Señor. Es entonces cuando el El Espíritu Santo sera como luz en cada hogar, el culto familiar siempre sera el edificio que Dios construya para su gloria. 
MARANATA. 
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