EL DIVINO RESTAURADOR.

Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradles con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Gál. 6:1
Mantuano uno de los grandes poetas de Romanos dijo en cierta ocasión De Honesto Amore: “Este es un mal común; en un momento u otro, todos hemos hecho mal. 

O somos, o hemos sido, o podemos ser, tan malos como aquel a quien condenamos”. Pablo esta expresando a los Gálatas que tengan misericordia con aquellos que caen en el pecado porque la tentación es muy fuerte. 

Muchos cristianos pueden ser sorprendidos en tentaciones en un momento de debilidad. Pablo no está hablando de ese pecado permanente de algunos miembros de la iglesia, y que de repente sale a la luz. 

Que este hermano estaba fornicando durante 20 años no teniendo temor a Dios ni a su cargo en la iglesia. Aun en ese caso se debe tratar con amor si hay un arrepentimiento y abandono. 

Pablo estaba muy interesado en la espiritualidad de los gálatas donde el Espíritu Santo estaba obrando. 

El cristiano al que se refiere Pablo, No es un hipócrita obstinado, pues su propósito era caminar “por el Espíritu” (ver.25); pero cayo vencido por la tentación. 

Quiso ser fiel pero su debilidad le hizo caer. El inmenso amor del Espíritu Santo, trabaja sin descanso por las almas que han caído en las profundidades del pecado. 

Cuando esta alma se da cuenta de la enormidad de su acto, y cae rendida a los pies de la cruz, el Espíritu Santo la restituye y le ha cerca a Jesús. 

Muchos jóvenes, adultos, y mayores; estamos bajo la tentación, y el amor de los hermanos es restituir al hermano caído. A mi mente vienen nombre de hermanos de la fe, que se fueron de la iglesia por domas de fe. 

Hace 28 años que no an vuelto a la iglesia ¿por qué? Tal vez porque no encontraron el amor del perdón. En cierta ocasión me encontré con una hermana en la fe, la cual se había marchado por conceptos doctrinales. 

Me dijo que no volvía por las criticas que caerían sobre ella. Pablo está hablando de la restauración de un hijo/s de Dios. Los que son guiados por el Espíritu deben de hacer todo lo posible por llevar a Cristo a su hermano con amor, no con critica

destructivas. 

Muchos no vienen a la iglesia por culpa de los miembros, este no es el método de Dios. 

No debemos desanimarlos ni tampoco inducirlo mediante censuras para que siguiera complaciéndose en las obras de la carne. 

A qui se debe de predicar con la regla de oro más que en cualquier circunstancia (Mat. 7:11) 39 Este es el deber de los que son conducidos por el Espíritu y caminan por sendas de justicia. 
MARANATA.
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