ALABEMOS AL ESPIRITU DE DIOS

El Espíritu Santo] es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. Efe 1:14

Hace muchos años extendí un cheque a mi hija Susi, cuando ella tenia diez años, en el cheque decía: Te cuidare pase lo que pase, siempre seras mi hija. 

Si usted esta buscando “un motivo para alabar a nuestro Dios”, acuda al banco del cielo allí Dios le dará un cheque para la eternidad, y donde se pone la cantidad dirá: te doy el Espíritu Santo sin medida. 

Y más abajo dice: úsalo bien de el depende tu vida no lo sueltes ni lo malgastes. En cierta ocasión un hombre rico inmensamente rico, es taba muriendo y antes de ir a la tumba, llamo a su criada y le dejo un cheque con una gran fortuna. 

Esta mujer se marcho a las afueras de Londres donde vivía en una casa muy humilde.Varios años más tarde la mujer enfermó gravemente y Spurgeon, el predicador, fue invitado a visitarla. Después de orar con ella, recorrió la habitación y notó un trozo de papel en la pared. 

Se volvió hacia la mujer y le pregunto de que se trataba; ella de le contesto. 

Entonces Spurgeon inquirió: '¿Sabe usted leer? -ella respondió -No. Nunca me han enseñado a leer'. Spurgeon continuó: 'Señora, este trozo de papel es un cheque por una gran cantidad. 

No tenía que haber vivido en esta pobres circunstancias durante todos estos años. Podría haber vivido en las mejores casas de Londres y disfrutando de los mejores alimentos. PP.85-86). 

Dios nos a dado un cheque hoy, depende como lo usemos daremos gloria a Dios o lo deshonraremos. Las arras que Dios nos a dado es el Espíritu Santo, es el don más preciado, este don fue prometido desde la fundación del mundo.

 Cuando un creyente acepta su palabra y camina con él, serán sellados todos aquellos que hagan un pacto con Él. El Hijo de Dios tiene el privilegio de participar con usted en esta vida de los gozos celestiales; porque si no fuera así bien podría uno preguntarse acerca de la autenticidad de nuestra experiencia cristiana. 

El cristiano puede gozar de una profunda experiencia cristiana hasta la venida de nuestro Salvador y obtener la recepción de la inmortalidad y de todas las realidades eternas. 

El Espíritu Santo no presenta la redención como algo que está en el futuro, 
aunque el creyente ya ha sido salvado al aceptar a Cristo como su Salvador personal; aunque estemos esperando la liberación. 

Pero muchos no saben leer en su interior, y se pierden la oportunidad de vivir en las mansiones celestiales. Los santos anticipan la posesión futura, de las cuales el Espíritu Santo es “las arras”.

MARANATA.

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