EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO

Y cuál aquella supereminente grandeza de su poder hacia nosotros los que creemos, por la operación de la potencia de su fortaleza. Efe. 1:19.

En el mundo hay muchos carteles que dicen: “Peligro no pasar”

Hay uno que aun en nuestro siglo nos llama la atención, “¡Peligro alta radiación!”. 

Sólo pueden entrar algunas personas entrenadas y capacitadas, ya que solo pueden estar un corto tiempo, por el peligro que entraña. Nos referimos a la planta nuclear de Chernobyl, donde murieron miles de personas. 

El hombre posee el conocimiento de destruir la humanidad y esta esta a su alcance. El apóstol Pablo nos pide en humilde oración que tengamos un conocimiento de la “esperanza” y de la “riqueza” sino que nos insta a tener un conocimiento personal del poder de Dios en nuestras vidas. 

Al experimentarla conversión espiritual en nuestras vidas. Esta conversión y la santificación, en nuestra débil naturaleza es revitalizada y transformada por la energía divina.

Aunque el poder espiritual también puede ser un peligro si n se lo aísla con amor y verdad. 

 El ofrecimiento de “la esperanza” a que Dios nos ha llamado sería algo atormentador e insatisfactorio si no fuera por el poder que la acompaña. La fe es el medio que hace posible que actúe el poder divino (Rom. 4:3-5). 

La característica permanente del poder de Dios consiste en que es ejercido o realizado en Cristo. El Espíritu Santo tiene poder para resucitar a los que sufren de muerte espiritual, para darles a los cristianos sinceros la victoria sobre el enemigo, y reavivar a la iglesia. 

Cuando un pecador es transformado por el Espíritu de Dios, se manifiesta el grandioso poder de Dio. Se realizara un cambio tan notable que no es producido por procedimientos psicológicos educativos o la realización de buenas obras, sino que es un acto del poder divino y de la gracia de Dios. 

El mundo no lo conoce, nuestro enemigo Satanás a desviado la mente del hombre a otras cuestiones más mundanas de la vida. 

Pablo combina cuatro palabras de poder tanto la primera y la ultima la hace en superlativo para darle el mayor énfasis posible: 

“Y cuál es la supereminente grandeza de su poder [dúnamis: poder milagroso y extraordinario] para con nosotros los que creemos según la operación [energía: de su poder] 

El Espíritu Santo revitaliza al cristiano cuando este confía en el. El respeta el libre albedrío de la persona. 

Confiemos en el poder del Espíritu Santo, él nos dará fuerza donde aya debilidad, poder para ser fiel al Padre y a Jesús. Manténgase conectado con la fuente del poder y siempre tendrá luz y vida. 

MARANATA. 

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