viernes, 1 de junio de 2018

EL DON DEL ESPÍRITU SANTO.

Los cuales venidos, oraron por ellos, para que recibiesen el Espíritu Santo. Hech. 8:15.
Por causa de la gran persecución en jerusalén, la iglesia establecida en Samaria, ya que todos fueron esparcidos. La obra de Dios se extendió y muchos eran bautizados en el nombre de Jesús. 

Felipe bautizo en el nombre de Jesús al Etíope, después de darle el mensaje de la salvación. Jesús había instruido a sus discípulos a bautizar en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mat. 28:19).

La iglesia cristiana primitiva bautizaba a los nuevos conversos en el nombre de Jesús y consideraban el hecho de que el nuevo cristiano fuese completamente lleno del Espíritu Santo como un evento separado del bautismo. 

Ejemplo: En este versículo se hace una clara distinción entre el bautismo por Felipe al Etíope y la recepción del Espíritu Santo, por medio del ministerio de Pedro y Juan. 

Sino que ellos imploraron al Señor que les concedieran el Espíritu Santo como resultado de su bautismo por inversión (cf.cap. 2:38), como evidencia de que habían sido aceptados por Dios. 

En el día de Pentecostés, Pedro había exhortado a sus oyentes a ser bautizados en el nombre de Jesús para el perdón de los pecados y para la recepción del don inicial del Espíritu Santo (hechos 2:38). 

Pero éste no era el equivalente de la poderosa unción del Espíritu Santo que Pedro y Juan fueron a proporcionar a los samaritanos que ya habían sido bautizados por inmersión. 

Vemos que más tarde, Pedro se presento en casa de Cornelio, los nuevos conversos recibieron el bautismo del Espíritu Santo (Hech. 11:16) antes de recibir el bautismo de agua en el nombre de Jesús (Hech. 10:44-48). 

Tenemos el ejemplo de Pablo, el recibió el bautismo del Espíritu Santo y después fue bautizado en el agua, invocando el nombre de Jesús (Hech. 9:17; 22:16). Muchos de los que leen está matutina están bautizados en el nombre de Jesús por inversión, como los samaritanos ya mencionados en Echos 

. El Espíritu Santo ya trabajaba en nosotros para convencernos de nuestra gran necesidad de ir a Jesús. Y desde ese momento y mientras no lo desechemos, por nuestra indolencia o por qué lo abandonemos para ir al mundo. 

El Espíritu Santo estará trabajando en nosotros para que estemos siempre con Jesús. Daniel oraba tres veces al día, ¿Cuantas veces lo hacemos nosotros? 

Debemos tener presente que necesitamos la ayuda del Espíritu de Dios, para que nuestra vida este en armonía con el Padre y Jesús. Dios derramara la lluvia tardía y todos seremos henchidos del Espíritu Santo para gloria de Dios.
MARANATA.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historyaybiblia.blogspot.com
http://segunda venida apocaliptica
http://viajes a través del tiempo y del espacio
http://Alientos de vida.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario