El Espíritu Santo puede llamar a
una persona de dos maneras diferentes, por medio de una impresión o
de una voz audible dando instrucciones muy explicita a la persona.
Sabemos que el personaje en cuestión era un hombre del gobierno de
Etiopía.
Un funcionario que regresaba de adorar en el templo de Jerusalén, y se dirigía a su país de origen Etiopía. A través de los siglos Dios ha usado a los hombre, para hacer su obra.
El Espíritu santo a influido valor a los hombres y mujeres para guiar a otros a la verdad. Podemos recordar a estos hombres de fe como, William, John Wycliffe, John Wesley,y la historia de J. G. Paton.
Todos ellos de diferentes confesiones religiosas. Pero para Dios no hay raza ni colores, todos son hijos de Dios, como somos tú y yo. En el siglo XIX el misionero J, G. Panton, reformador de la Iglesia Presbiteriana de Escocia, estaba buscando un misionero para ir al Pacifico.
Las islas de Nueva Hébridas (ahora se la conoce como Vanuatu), como misionero.
La junta de la iglesia reunida para tomar una decisión a quien enviarían.
La votación no fue concluyente. El Espíritu Santo estaba obrando en el corazón de Paton.
Entonces Paton dijo:“El Señor sigue diciéndome:Puesto que no hay unanimidad levántate y ofrécete tu”.
El decía: Yo estaba terriblemente atemorizado. . . y sin embargo sentí una certeza en mi corazón de que este era un llamado de Dios a su siervo y. . la voz dentro de mí sonaba como la voz de Dios” (p.66).
Entendemos que el Espíritu Santo estaba ablando a su corazón. Esta era la certeza de que Dios le llamaba para hacer una gran obra en esas islas.
Muchas personas no han oído hablar del último mensaje dado a la raza caída.
No hay que ir a las islas del pacifico, ni a lo profundo del desierto del Serengeti. La isla esta en tu zona donde tu vives, a dos cuadras de tu casa. En los pueblos cerca de tu ciudad.Hay te esta llamando el Señor.
Hay ciudades como Brasil, su capital Bahia,
Japón demasiado industrializo donde no hay cabida para Dios, hay ciudades donde no saben que Cristo esta cerca.
La gran pregunta es: ¿Estamos escuchando el llamado del Espíritu Santo?
¿Estamos dispuestos como estos hombres a ir cuando el Espíritu Santo nos llame?
Es posible que Dios no te llame hoy, no te llamara para que cruces el Atlantico o el Pacifico.
Pero si te esta llamando para que le entregues tu corazón al Espíritu Santo, para que él lo pueda usar. Él te hace el llamado, pero no te forzada, esa es la grandeza de Dios. La decisión es tuya.
Un funcionario que regresaba de adorar en el templo de Jerusalén, y se dirigía a su país de origen Etiopía. A través de los siglos Dios ha usado a los hombre, para hacer su obra.
El Espíritu santo a influido valor a los hombres y mujeres para guiar a otros a la verdad. Podemos recordar a estos hombres de fe como, William, John Wycliffe, John Wesley,y la historia de J. G. Paton.
Todos ellos de diferentes confesiones religiosas. Pero para Dios no hay raza ni colores, todos son hijos de Dios, como somos tú y yo. En el siglo XIX el misionero J, G. Panton, reformador de la Iglesia Presbiteriana de Escocia, estaba buscando un misionero para ir al Pacifico.
Las islas de Nueva Hébridas (ahora se la conoce como Vanuatu), como misionero.
La junta de la iglesia reunida para tomar una decisión a quien enviarían.
La votación no fue concluyente. El Espíritu Santo estaba obrando en el corazón de Paton.
Entonces Paton dijo:“El Señor sigue diciéndome:Puesto que no hay unanimidad levántate y ofrécete tu”.
El decía: Yo estaba terriblemente atemorizado. . . y sin embargo sentí una certeza en mi corazón de que este era un llamado de Dios a su siervo y. . la voz dentro de mí sonaba como la voz de Dios” (p.66).
Entendemos que el Espíritu Santo estaba ablando a su corazón. Esta era la certeza de que Dios le llamaba para hacer una gran obra en esas islas.
Muchas personas no han oído hablar del último mensaje dado a la raza caída.
No hay que ir a las islas del pacifico, ni a lo profundo del desierto del Serengeti. La isla esta en tu zona donde tu vives, a dos cuadras de tu casa. En los pueblos cerca de tu ciudad.Hay te esta llamando el Señor.
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Pero si te esta llamando para que le entregues tu corazón al Espíritu Santo, para que él lo pueda usar. Él te hace el llamado, pero no te forzada, esa es la grandeza de Dios. La decisión es tuya.
MARANATA.
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