Unas de las preguntas que nos
podemos hacer es: ¿Que significa ser un cristiano confortable? ¿Un
cristiano satisfecho? En mi segunda expedición al Sahara al sur de
Maruecos, donde la arena se mete por todas partes y tienes que llevar
gafas porque el reflejo del sol te quema los ojos.
Mi compañero y yo, teníamos ganas de llegar al Hotel de merzouga. Por fin después de una semana bagando por el desierto llegamos al hotel, nos duchamos y nos echamos una siesta.
¡Cual no fue la sorpresa, que la cama tenia tres colchones! De cómoda no tenía nada, dormíamos mejor en las dunas del desierto que en la cama del hotel.
Yo, estoy en favor de la comodidad, y el bienestar. En mi interior me pregunto como dormimos los cristianos en nuestra vida espiritual.
Sabiendo que hay
un gran Hotel que nos espera al final del camino. A lo largo de
los siglos hombre y mujeres han abandonado sus hogares para llevar la
palabra de Dios a diferentes partes del mundo.
Durmieron con mantas en el suelo, en colchones viejos y duros.
Me vienen a la mente, Livingston, Carey, Judson, dejaron la comodidad del siglo XIX para llevar el evangelio al rededor del mundo.
Quiero mencionar a dos grandes hombre Walter Bond que murió asesinado por predicar el evangelio en España, y John Nevias Andrews que murió en Basilea Suiza.
Todos ellos dejaron la comodidad de sus hogares para dedicarse a Dios y a las almas. Estos hombre no buscaron los honores ni las comodidades de esta vida. Esto nos debería de recordar que Jesús dejo las comodidad del cielo para morir una muerte muy inconfortable en la cruz.
Nos deberíamos de preguntar, ¿cual es, entonces, el confort de un cristiano?. ¿Cual es el confort Espiritual que lleno la iglesia primitiva? La mayor parte de la obra en nuestra vida es la que hace el Espíritu Santo.
Ese amor de la
iglesia primitiva estaba basada en la seguridad del amor, el
conocimiento de que Alguien comprende y nos cuida en las
circunstancias más difíciles de la vida.
Es la certeza de que aun en las tribulaciones mas penosas y en las batallas del ministerio y la guerra que posee cada cristiano en esta guerra espiritual tenemos un amigo cuyo afecto por nosotros no depende de nuestras realizaciones o éxitos en esta vida (2º Cor. 1:3-7).
Se basa en una relación intima a través de la oración y el estudio de su palabra. En esta relación basada en el conocimiento y la fe que obra por el amor de Cristo.
MARANATA.
Mi compañero y yo, teníamos ganas de llegar al Hotel de merzouga. Por fin después de una semana bagando por el desierto llegamos al hotel, nos duchamos y nos echamos una siesta.
¡Cual no fue la sorpresa, que la cama tenia tres colchones! De cómoda no tenía nada, dormíamos mejor en las dunas del desierto que en la cama del hotel.
Yo, estoy en favor de la comodidad, y el bienestar. En mi interior me pregunto como dormimos los cristianos en nuestra vida espiritual.
Sabiendo que hay
un gran Hotel que nos espera al final del camino. A lo largo de
los siglos hombre y mujeres han abandonado sus hogares para llevar la
palabra de Dios a diferentes partes del mundo. Durmieron con mantas en el suelo, en colchones viejos y duros.
Me vienen a la mente, Livingston, Carey, Judson, dejaron la comodidad del siglo XIX para llevar el evangelio al rededor del mundo.
Quiero mencionar a dos grandes hombre Walter Bond que murió asesinado por predicar el evangelio en España, y John Nevias Andrews que murió en Basilea Suiza.
Todos ellos dejaron la comodidad de sus hogares para dedicarse a Dios y a las almas. Estos hombre no buscaron los honores ni las comodidades de esta vida. Esto nos debería de recordar que Jesús dejo las comodidad del cielo para morir una muerte muy inconfortable en la cruz.
Nos deberíamos de preguntar, ¿cual es, entonces, el confort de un cristiano?. ¿Cual es el confort Espiritual que lleno la iglesia primitiva? La mayor parte de la obra en nuestra vida es la que hace el Espíritu Santo.
Ese amor de la
iglesia primitiva estaba basada en la seguridad del amor, el
conocimiento de que Alguien comprende y nos cuida en las
circunstancias más difíciles de la vida. Es la certeza de que aun en las tribulaciones mas penosas y en las batallas del ministerio y la guerra que posee cada cristiano en esta guerra espiritual tenemos un amigo cuyo afecto por nosotros no depende de nuestras realizaciones o éxitos en esta vida (2º Cor. 1:3-7).
Se basa en una relación intima a través de la oración y el estudio de su palabra. En esta relación basada en el conocimiento y la fe que obra por el amor de Cristo.
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