LA ORACIÓN DE PODER.

Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogar los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficaz. Santiago 5:16.

La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto “confesaos, por lo tanto”. El requerimiento básico para que haya una fe sincera en la oración, es una conciencia clara. 

Las faltas cometidas en secreto deben confesarse solamente a Dios. Los pecados en que se hallen implicados otras personas, también debe ser confesados a los que han sido perjudicados. Y esto lo digo con derecho de causa. 

¿Por qué? Cuando hay testigos que han visto su acción, debes de llamar a esos testigos y a la persona ofendida. Una conciencia culpable es una barrera que impide confiar en Dios. 

Cuando el Espíritu Santo te esta diciendo que pidas perdón a la persona ofendida, delante de otras personas tienes que hacerlo. 

¿Por qué? Porque en ese grupo puede haber y siempre lo hay, una persona que esta observando tu vida como cristiano. Al hacerlo, esa persona sabrá y confiara en ti. 

Ya que te considerara un hijo de Dios y, creerá que la religión que tu practicas es la correcta. ¿Y que diremos de la oración? 

La oración sincera y fervorosa de un creyente tiene mucho poder”. 

En un mundo de ateos, y de cristianos que desean más las cosas de este mundo que las de Dios. 

Tiene que haber sinceridad con nuestro Dios. 

Es por eso que debemos poner todo a la voluntad de Dios.Orar es entrar en una intima relación con nuestro Padre celestial. 

Hay personas que oran en voz alta, otras en silencio, pero creo que Dios oye toda oración que es hecha con sinceridad. 

El, trabaja en todas nuestras facetas de la vida por medio del Espíritu Santo, para conducirnos a los pies de Jesús. 

Poner nuestra vida en sus manos, y aceptar la responsabilidad en la forma que él quiere que vivamos, plenamente conscientes en su orientación, sin temor de condenación, porque sabemos que hacendosos a Él no hay temor. 

En comunión con Él somos liberados para mirar nuestras vidas, enfrentando los desafíos con la frente alta. Así somos rescatados de la mediocridad de esta sociedad corrompida. Tú caso y el mio, no son muy distintos de otros cristianos. 

Pasamos pruebas, sufrimos enfermedades incurables, pero tenemos la vista puesta en él consumador y Salvador de este mundo.

¡Estamos unidos con la divinidad! Somos liberados de la mezquindad -¡nuestra inspiración es Jesús! 

Creo que el tremendo poder disponible en la oración es poder para vivir inteligentemente y razonable. 

Se obtiene en la presencia de Aquel que es maravillosamente amor infinito. Como hijos de Dios, no debemos dar mala impresión a los demás. 

MARANATA.

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