miércoles, 15 de noviembre de 2017

VISIÓN DE DIOS.


Luego me levantó el Espíritu y me volvió en visión del Espíritu de Dios a la tierra de los caldeos, a los cautivos. Y se fue de mi la visión que había visto. Ezequiel 11:24.
El Espíritu Santo no sólo da la visión sobre los eventos dramáticos que afectan a grandes naciones y a ciudades poderosas, sino también a cerca de cambios asombrosos que pueden afectar o ocurrir a los seres humanos. 

Estas visiones pueden ser a través de sueños, o por mediación de ángeles, como más de una vez os e contado en este blog. En cierta ocasión Debbie y su padre llego al seminario Fort Lauderdale, el Espíritu santo le impresiono al pastor de esa institución. 

La joven estaba predispuesta a aceptar el Evangelio. Paso a paso el pastor Altermatt condujo a través de los estudios a Debbie a lo largo del evangelio, vio esta joven la necesidad en su corazón de reconocer a Jesús. 

Reconoció que la muerte de Jesús era para ella la vía de escapatoria a muchos de sus problemas. Pocos meses después dio la bienvenida a Jesus en su corazón. Había un gran gozo en su corazón y lo compartió con los miembros de su iglesia. 

Hoy día hay muchos jóvenes que están fuera de la iglesia, por diversas razones. Pero para Dios siguen siendo sus hijos, los que más cuidado necesitan. 

Los padres oran por estos hijos que están en el mundo, no importa de que denominación sea, son hijos de Dios. 

Merecen nuestras oraciones, para que el Espíritu Santo los atraiga a su iglesia. “Yo tenía dos amigos” llamaremos aunó David y al otro Josue. 

Corrían los años 1985 cuando salimos al colportage, en suerte me toco Josue. Nos dieron el destino Galicia, una tierra muy difícil de vender la colección de libros que llevábamos. 
Allí conocí a mi la que hoy es mi esposa, Josue estaba contrariado y el decidió ir a Inglaterra, quería que fuera con el. Pero el Espíritu Santo me lo impidió, como tantas veces en mi vida. 
Josue se marcho y yo me quede en Galicia. Pasaron los años, y un buen día me lo encontré a los dos a David y a Josue en la ciudad de zaragoza a
mil kilómetros de distancia de Galicia. Ambos amigos habían a abandonado la iglesia. Se habían casado y se divorciaron. Desde entonces no se nada de ellos. 

Pero Dios a un los quiere como a sus hijos. La promesa que nos da Ezequiel 36:25-28 es definitivamente es un nuevo pacto, para tantos jóvenes que están fuera de su iglesia. Los padres oramos por nuestros hijos, y sabemos que nuestras oraciones son escuchadas, cada noche. 
La esperanza es que Dios ha prometido, que antes de su venida llamara a todos sus hijos que estén fuera de su iglesia. 

Es una promesa que todo hijo de Dios debe de tener en cuenta, debemos orar y orar para que el Espíritu Santo haga su obra. Amen.
[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]
Maranata:
http://degunda venida apocaliptica.blogspot.com
http://Viajes a través del tiempo y espacio.blogspot.com

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