El Espíritu de Yahveh los llevó
a descansar. Así guiaste a tu pueblo, para hacerte un nombre
gloriosos. Isa. 63:14. BJ.
El Espíritu da descanso, esto no
significa necesariamente sueño.
En realidad, algunas personas llenas del Espíritu necesitan que a veces se les aconseje a relajarse y venir “aparte a un lugar desierto “aparte a un lugar del desierto o montaña” y descansar “un poco”, como dijo Jesús.
Ayer el Espíritu me dijo a seguir lo siguiente a un amigo a quien Dios estaba usando poderosamente: “Por favor, no aceptes tantas cosas al mismo tiempo.
Creo que necesitas dormir un poco más”. Desafortunadamente yo no siempre practico lo que predico, ni yo ni tu. Y mucho menos para los pastores consagrados al Señor, es un día de mucho estrés.
El descanso que de Dios da, siempre es espiritual
aunque hay momentos que también el físico. Isaias dice que Dios
está guiando
al pueblo al que promete descanso, lo
que indica una actividad. Pero es una actividad para ganar o merecer
la salvación.
No hay descanso para aquel que está dominando por el ansia e obtener la salvación por las obras de la ley. Las personas llenas del Espíritu saben que su salvación es segura en Jesucristo. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios” (Rom. 8:14).
El descanso que se nos presenta en Isa. 61:1-3. Hay descanso de la debilidad de la pobreza espiritual, hay debilidad por la agonía de un corazón quebrantado, por la pobreza que vemos en el mundo, por las injusticias hacia los más necesitados y a las mujeres maltratadas.
¡Aleluya! Hay descanso de la esclavitud de los malos hábitos y adicciones que el mundo nos da.Y el futuro asume la nueva perspectiva de un propósito eterno que esta más aya de Orión, es el propósito de Dios para sus hijos.
El consuelo, la belleza y el gozo sustituyen al luto y la tristeza, que disminuyen la energía y la destruyen la vitalidad. La alabanza y la seguridad florecen como un roble poderoso a medida que el Espíritu Santo nos transforma para conducirnos a Aquel que dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os are descansar” (Mat.11:28).
Hoy, al abrir usted su corazón al Espíritu
Santo, él le dará la gloriosa certeza que llenó el corazón del
salmista, quien testifico: “Sólo en Dios hallo descanso.
De él viene mi salvación” (Sal. 62:1), NRV 1990). No salgas de su casa sin esta certeza, o si no usted enfrentará un día intranquilo.
En realidad, algunas personas llenas del Espíritu necesitan que a veces se les aconseje a relajarse y venir “aparte a un lugar desierto “aparte a un lugar del desierto o montaña” y descansar “un poco”, como dijo Jesús.
Ayer el Espíritu me dijo a seguir lo siguiente a un amigo a quien Dios estaba usando poderosamente: “Por favor, no aceptes tantas cosas al mismo tiempo.
Creo que necesitas dormir un poco más”. Desafortunadamente yo no siempre practico lo que predico, ni yo ni tu. Y mucho menos para los pastores consagrados al Señor, es un día de mucho estrés.
El descanso que de Dios da, siempre es espiritual
aunque hay momentos que también el físico. Isaias dice que Dios
está guiando
al pueblo al que promete descanso, lo
que indica una actividad. Pero es una actividad para ganar o merecer
la salvación. No hay descanso para aquel que está dominando por el ansia e obtener la salvación por las obras de la ley. Las personas llenas del Espíritu saben que su salvación es segura en Jesucristo. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios” (Rom. 8:14).
El descanso que se nos presenta en Isa. 61:1-3. Hay descanso de la debilidad de la pobreza espiritual, hay debilidad por la agonía de un corazón quebrantado, por la pobreza que vemos en el mundo, por las injusticias hacia los más necesitados y a las mujeres maltratadas.
¡Aleluya! Hay descanso de la esclavitud de los malos hábitos y adicciones que el mundo nos da.Y el futuro asume la nueva perspectiva de un propósito eterno que esta más aya de Orión, es el propósito de Dios para sus hijos.
El consuelo, la belleza y el gozo sustituyen al luto y la tristeza, que disminuyen la energía y la destruyen la vitalidad. La alabanza y la seguridad florecen como un roble poderoso a medida que el Espíritu Santo nos transforma para conducirnos a Aquel que dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os are descansar” (Mat.11:28).
De él viene mi salvación” (Sal. 62:1), NRV 1990). No salgas de su casa sin esta certeza, o si no usted enfrentará un día intranquilo.
Maranata:
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