sábado, 11 de noviembre de 2017

EL GRAN MEDIADOR DE DIOS.


Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres Jesucristo hombre. 1º Timoteo.2:5
Los papas instalaron ceremonias y confesiones, para dominar la mente del pueblo y saber en cada momento que es lo que estaba pasando. En el siglo IV se instalo la penitencia. San Agustin habla de la penitencia y la confesión. 

Entre los siglos VII Y XIII se acelero la confesión. Con Gregorio VII el poder del papado fue absoluto. Como la iglesia nunca podía errar y que el papa es el juez supremo, que no puede ser juzgado, y que no se puede apelar a sus decisiones. . . 

Cristo desaparece de la vista de los cristianos y deja de ser nuestro intercesor. (Lista de papas según el Diccionario de los papas y concilios Edad Media). (E. Sentido de L. H. Y LA p. Profetca.i v. 1). 
Todos sabemos de memoria: Que Jesús permanece de pie ante el tribunal de Dios, ofreciendo su sangre por el perdon de nuestros pecados. 

El es nuestro mediador. Si Jesús fuera puesto a un lado, ¿cambiaría Dios su sonrisa por un ceño amenazante, profiriendo palabras de destrucción inminente? 

Cristo dijo que el Padre nos ama (Jun. 16:25), que por cusa de que nos amó tonto, envió a su Hijo al mundo, para asegurarse de que sepamos cuan grande es su amor por nosotros. 

El ha hecho provisión para el hombre (Jun.3:16,17). Dios quiere que nuestra confesión sea elevada a El, en secreto. Que Cristo es nuestro único intercesor, ni hombre ni imágenes de talla pueden sustituir a Cristo. Por mucho que lo diga un hombre imperfecto. Pero ¿por qué un mediador? 
Estemos atentos: El hombre siempre a tenido miedo a lo desconocido, y tienen miedo a un Dios, que le han enseñado los hombre. Un Dios cruel sanguinario, que hay que hacer penitencias y largas oraciones, para ver si tienen piedad del hombre. 
El hombre se esconde de Dios, en nuestro trabajo, en nuestro hogar, por que tiene miedo a lo desconocido. 

¡Que lejos de la realidad! Dios nos ama tanto que dio a su hijo, dio lo que más quería. 

El Señor nos dice: Venid a mí todos los que estáis trabajados, que yo os haré descansar. Mat.11:28. ¡Dios es seguro! En el juicio, la sangre de Cristo ofrecida por el hombre la garantía del amor del Padre y del Hijo. 

Cuando comencemos a comprender que no necesitamos intercesores humanos, se abrirá un camino de luz y de esperanza para el hombre. 

No necesitaremos tener miedo, el perdón esta asegurado. Sólo tenemos que ir con corazón sincero, sin temor y decir a nuestro Dios: 

“Padre e pecado contra ti, no soy digno de levantar mi rostro hacía el cielo, perdóname”. Os aseguro de todo corazón, por experiencia propia, que el perdón y la paz llegara a vuestro corazón. 
[Os pido que oréis por mi, tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]
Maranata:
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