Ahora pues, no os entristezcáis,
ni os pese de haberme vendido acá; que para preservación de vida me
envió Dios delante de vosotros. Gén 45:5
Unos de los relatos más
conocidos del Antiguo Testamento es la venta de Jose por sus hermanos
ambiciosos y egoístas. De todas las tribus de Israel, ellos fueron
la personificación de egoísmo, envidias y celos, y rapiña.
Instintivamente rehuyeron la presencia de Jose ante la alarmante
verdad de que el poderoso señor de Egipto era su hermano. Aunque
vendido por sus hermanos llenos de celos y envidias, a pesar de que
Jose fue un esclavo en Egipto, su integridad domina la narración
bíblica. Me envió Dios.
Aquí se refleja la excelsa forma de
pensar de José. Para él era la evidencia de la mano de Dios quien
lo condujo, a pesar de todos los sufrimientos que tuvo que pasar en
Egipto. Demuestra una inconmovible lealtad a Dios.
La agitada vida
de José describe la esencia de quién es Dios y como se relaciona
con el ser humano cuando esté copera con Dios. José es un símbolo
de paciencia, de amor y de lealtad de Cristo.
José fue enviado a
Egipto para salvador de su pueblo. José repitió su aserto anterior
de que era Dios quien lo había enviado a Egipto con un propósito
definido.
Afín de preservar mediante él a la familia designada a
convertirse en pueblo escogido.
En la persona de José se expresaron algunas de las características más sublime de nuestro Dios.
José pudo con derecho de causa retribuir la ofensa que le hicieron sus hermanos.
En la persona de José se expresaron algunas de las características más sublime de nuestro Dios.
José pudo con derecho de causa retribuir la ofensa que le hicieron sus hermanos.
En vez de eso, ¡José los consoló! Dijo palabras que
pasaron a la posteridad: “Yo los cuidare” No eran mucho en
numero, pero era el principio del pueblo de Dios.
Cristo vino a la tierra para buscar lo que se había perdido. Fue humillado, maltratado, escarnecido, y clavado en un madero.
Cristo vino a la tierra para buscar lo que se había perdido. Fue humillado, maltratado, escarnecido, y clavado en un madero.
A pesar de todo eso,
tuvo palabras de consuelo y de amor para con sus hermanos. Pudo Dios
haber destruido al ser humano por su deslealtad hacia Dios. Pero el
amor por sus hijos fue más profundo en su corazón.
El amor es su
propia razón. ¿Por qué una madre atesora toda oportunidad de
atender las necesidades de su adolescente díscolo?
¿No perdonará ella rápidamente toda las tristezas y todas las ofensas a cambio de una nueva relación de amistad con El como de supremo valor.
¿No perdonará ella rápidamente toda las tristezas y todas las ofensas a cambio de una nueva relación de amistad con El como de supremo valor.
Dios
es amor, y en el amor no hay cabida para nada más que amor. El nos
habla consoladoramente:
“Yo se los pensamiento que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis”. Jeremías 29:11.
“Yo se los pensamiento que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis”. Jeremías 29:11.
[Os pido que oréis por mi,
tengo una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo
ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para
que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga.]
Maranata:
http://degunda
venida apocaliptica.blogspot.com
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a través del tiempo y espacio.blogspot.com
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