martes, 27 de enero de 2015

"NO A TODO EL PUEBLO"

A este levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucito de los muertos. Hech. 10: 40,41.

Pedro se encontraba en la casa de Cornelio dando un vivido testimonio de la forma en que Dios ungió a Cristo con el poder del Espíritu Santo para que anduviere sanando y curando a todos los que padecían bajo el poder del demonio. Después se refirió a la crucifixión de Cristo y por fin a su resurrección. En relación con este último evento, Pedro pronunció las palabras de nuestro versículo.

Al leer este pasaje me pregunto porque Cristo no se presento a los fariseos, incluso a todo Israel. La respuesta la encontramos en el verso 41. Los judíos en general, que no habían reconocido a Jesús como el Mesías predicho por el profeta Isaias 53, difícilmente habría sido testigo de resurrección (Luc. 16:31).
Bajo nuestra perspectiva, de como evangelizar a grandes masa, para que después se marchen más de la mitad, tengo que decir que no es rentable. Muchas nueces pero todas están vacías. Nos da la impresión por el contesto, de que Cristo perdió una gran oportunidad de lograr rápidamente que jerusalén, Samaria y todo palestina fueran ganados para el Evangelio.

El hecho de que algunos de sus discípulos al principio no estuvieron dispuestos a aceptar a Cristo resucitado (ver. Mat. 28:17; Marc.16:14), ilustra claramente de cuán poco valor habría sido una presentación pública ante los judíos.

Si Caifás y Anás, no habían creído en Cristo, mucho menos los fariseos y saduceos y por ende el pueblo. Dios que lee los corazones humanos, y que nada se le escapa, escogió hombre sencillos, como tú y yo, hombre sin letras y algunos como Lucas y Pablo hombres instruidos fueron escogidos para apoyar a la nueva iglesia y todos eran temerosos de Dios y entregados a su causa. 
Cristo había escogidos y ordenado a unos hombre que creían en él. Los había escogido para que diesen testimonio de todo lo que habían oído y visto después de que él se fuera. (ver, Mat. 28: 19-20; Juan. 17:6-8; Hechos 1:8; 2º Pedro 1:16-18).

La pregunta es: Si todos hombres y mujeres, encumbrados o no encumbrados, fuésemos dóciles, sinceros y entregados a la causa de Dios, estoy seguro cristianos hubiese venido ya. “Pero Dios quiere que desarrollemos un carácter ante de su venida, ayudando a otros a participar de su obra” Cristo nos manda que prediquemos, y es una orden implícita (Mat. 28:18-20). ¡Que aras tú!
Maranata
Gracias por sus oraciones estoy mejor de la vista.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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