Entonces los
escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en
adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro esta mujer ha
sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos
mando Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
Juan 8:3-5.
No hay cosa más
repugnante física, moralmente o intelectualmente, que haya personas
busque apropósito hacer el mal a otra persona, por motivos egoístas.
En esta historia y
muy conocida por la cristiandad. Los actores son los escribas y
fariseos, (sea dicho de paso, de esto abunda muchos en nuestra mal
llamada sociedad) y una mujer supuestamente engañada, que ha sido
cogida en el mismo cato del adulterio y la llevan ante Jesús.
El cuadro de cinismo
llega a rozar los limites del ser humano.
Los escribas y
fariseos habían tramado un complot para entrapar a Jesús, a fin de
asegurarse su condenación. Esto es una advertencia para el
cristiano, afuera hay hombre con tales propósitos para entrampar a
los hijos de Dios.
Tanto los fariseos y
los escribas estaban seguros y convencidos de que su plan para
atrapar al hijo de Dios sería una gran victoria, ya no para ellos,
sino para el sanedrín. ¿Pero lo fue en realidad? ¡No! Como se
dice en castellano, salieron con el rabo entre las piernas.
En realidad fue una
victoria para Cristo y para cada pecador que llega a ser salvo. Si el
pueblo de Israel no hubiese estado la bajo autoridad Romana, esa
pobre mujer seria apedreada. Hay muy poca diferencia entre la
actitud asesina de los millares espectadores del circo romano y los
dirigentes religiosos.
La humillación a
que se vieron sometidos posteriormente (ver verso 9) fue
completamente merecida. La pregunta es evidente: ¿ acaso no sigue
prevaleciendo ese mismo criterio entre los cristianos y no
“cristianos” de hoy día?
Podemos examinar la
actitud de una gran mayoría de esta humanidad que bien sea por sus
ideas liberales o creencias religiosa, han violando el séptimo
mandamiento.
Tú, pues, ¿qué
dices? En griego, el pronombre “tú” resalta como enfático. Se
puso a Jesus en conflicto con Moisés.
Por esa regla de
tres ¿Tú, qué dices hermano? Cuando te enteras de que algún
hermano a cometido adulterio? No ves que estas conflicto con Cristo.
¿Cual es tu pensamiento: De reconciliación o de retribución? ¿De
aceptación o de condenación? ¿Se quebrantara tu corazón por el
alma caída y deseas verla revindicada? ¿Deseas ayudarla o
condenarla?
Ante el tribunal del
cielo, tú eres tan pecador como el que ha cometido adulterio, si tu
no sabes perdonar, como espera que te perdone Dios. El fariseo tiene
tiempo para condenar, pero no tiene tiempo para perdonar.
El que este
libre de pecado, arroje la primera piedra. Creo que el verdadero
cristiano que este convertido, jamás aceptara el pecado, pero hará
todo lo que este a su alcance para ayudar a los pecadores, y más a
los de la familia, con este acto de amor redimes al pecador y lo
llevas ante los pies de Cristo.
Maranata
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
http://
segunda venida apocalíptica
No hay comentarios:
Publicar un comentario