lunes, 23 de mayo de 2011

SEÑALES EN LOS CIELOS.

"El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que vengan el día grande y espantoso de Jehová. Joel.2:31.

En su conversación con los discípulos en el monte de los Olivos, después de describir el
largo período de prueba por el que debía pasar la iglesia, es decir, los mil doscientos sesenta años de la preparación papal, acerca de los cuales había prometido que la tribulación seria acortada, el Salvador mencionó en la siguientes palabras ciertos acontecimientos que debían preceder su venida y fijo además el tiempo en que se realizaría el primero de éstos:
"En aquellos días después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor" (Mat. 13:24). (Foto. La hora del juicio)


Los 1260 días, o
años, terminaron en 1798. [Esto abarca el periodo Papal que va desde el año 538, con el Papa Vigilio (29/03/537-07/06/555) ]. La persecución había concluido [Abarca toda la edad oscura de la iglesia católica romana, con las muerte del Sato Oficio], casi por completo desde hacia casi cuatro siglos.
(foto.El Papa VIgilio)
Después de esta gran persecución, según las palabras de Cristo, el sol debía oscurecerse. Pues bien, el 19 de mayo de 1780 se cumplió esta profecía. "Único o casi único en su especie, por lo misterioso del hasta ahora inexplicado fenómeno que en él se verificó. . . fue el día oscuro del 19 de mayo de 1780, inexplicable oscurecimiento de todo el c
ielo visible y la atmósfera de Nueva Inglaterra". . .

La profunda oscuridad del día fue seguida, una o dos horas antes de la caída de la tarde, por un aclaramiento parcial del cielo, pues apareció el sol, aunque oscurecio por una neblina negra y densa.

"Después de la puesta del sol, las nubes volvieron a apiñarse y oscureció muy pronto" "La oscuridad de la noche no fue menos extraordinaria y terrorífica que la del día, pues no obstante ser casi tiempo de luna llena,
ningún objeto se sistinguía sin la ayuda de la luz artificial. . .

La descripción de este acontecimiento que han hecho los historiadores no es más que un eco de las palabras del Señor, expresada por el profeta Joel, dos mil quinientos años antes de su cumplimiento: "El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová". (Foto. Oscurecimiento del sol y las estrellas).

Cristo había mandado a sus discípulos que se fijara en la señales de su advenimiento, y que se alegrasen cuando viesen las pruebas de que se acercaba su venida.

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