Los tiempos de corren en las iglesias de Asia, son tiempos peligrosos, tiempos que se repetirán antes de la venida de Cristo. Pedro deja de ocuparse de los necios que han tergiversado la palabra de Dios.
Hoy nos vemos en la misma situación que la de Pedro. Es por eso que el Espíritu Santo nos amonesta a estudiar con diligencia la palabra de Dios.
Dentro de la iglesia se han introducido costumbres del mundo, que nos conduce a una decadencia espiritual. El pueblo de Dios sabiendo esto de antemano deberíamos estar atento a lo que dice las Escrituras.
Pedro había instruido bien a la iglesia, y conocía las astutas enseñanzas de los falsos maestros.
La palabra de Dios son claras, tanto respecto a los mandamientos de Dios, como a las normas en que debe de conducirnos los cristianos.
Sabemos que la tensión de la vida moderna requiere una fe viva, integridad, una fe sólida basada en una inteligente veraz de la verdad presente, no en teorías humanas, ni en supersticiones.
Pedro nos avisa que nos guardemos de ellos, ya que el creyente es responsable de su propia seguridad. No nos debemos entregar al sueño durante la lucha espiritual en que estamos empeñados.
El estudio de la biblia y del Espíritu de profecía deben de ser nuestros guías para no ser engañados. (1º de Cor.16:13; Efe 6:10-18). La verdadera fe, es la consagración de nuestra mente, la del corazón y nuestra voluntad a Dios.
Hoy en nuestro siglo, podemos ser arrastrados a aceptar nuevas teorías que no están en La Biblia.Todos, nosotros debemos tener nuestro fundamento en Cristo las.
Y como un servidor dice: Hay que sacar callos en las rodillas, y no en las manos.Cierto es que en este tiempo se levantarán falsos maestro, como en tiempo de Pedro y de Juan.
Es por esos que la oración dentro de tu cámara es la más importante. En mucha as matutinas os e nombrado al gran predicador Inglés Juan Wesley, que fue atacado por decir la verdad por sus propios religiosos de su época.
La verdad no gusta a nadie.Debemos de crecer en el conocimiento y en la gracia, y dejar a un lado lo que no edifica.Aunque muchos sepamos idiomas, o tener una carrera universitaria, incluso ser un pastor, Dios puede prescindir de tales personas aunque ellos no lo sepan.
Dios busca el corazón humilde temeroso de Dios. Conocí a una hermana en Cristo, sin cultura sin estudios, pero con un conocimiento de la palabra de Dios tan grande, que nadie ni los pastores podían rebatir.
Su sencillez, su educación y su testimonio daban fe de que estaba bajo la influencia del Espíritu Santo. “Así debemos de ser cada hijo de Dios.
MARANATA.
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