CRISTO REVELADO.

Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras. 1º Cor. 15:3

Se dice la la historia es la madre del saber, y que a través de ella el hombre a tenido un conocimiento. 

Pablo como gran conocedor de la historia, no presenta cuatro primeros hechos y que había transmitido a los creyentes. 

Y que a su vez nos ha llegado a nosotros. 1º Que Cristo murió por nuestros pecados, 2º Cristo fue sepultado, y 3º Cristo fue resucitado, 4º Cristo apareció (ver, 3-5). 

5º Cristo aparecerá por segunda vez. Esto es lo que Pablo quiere resaltar. 

La Biblia a través de los siglo a dado evidencias históricas de su veracidad y está es abundante para testificar por ella misma. 

Otro dato es que la misma arqueología quiera admitirla o no, da testimonio de ella misma. 

Hay una declaración de Tácito historiador romano digno de toda confianza dijo esto: “Christus, el fundador del nombre [de cristianos], había sufrido la muerte en el reino de Tiberio, por sentencia del procurador, Poncio Pilatos”. 

Pablo nos introduce un mensaje que llegaría hasta nuestros días. En Matutinas anteriores ya vimos como la palabra sobresalió en la edad oscura, y como esta volvió a renacer con Lutero y otros reformadores. 

Y se abrió paso por Europa, hasta llegar a Inglaterra y Holanda donde la libertad de conciencia era grande. 

Pablo habla de la libertad que Dios da al hombre, de cualquier condición que este tenga. Cristo resucito para rescatar a un pueblo de la esclavitud del pecado. 

Pablo transmitía un mensaje al mundo que le había sido dado por Dios. (CF. 1 Cor.11:2, 23; Gál.1:12; y Efe. 3:2-3). El deseo que tenía Pablo de comunicar la libertad, fue transmitida a los primeros peregrinos. 

Esa libertad de conciencia fué lo que dió valor a los peregrinos para exponerse a los peligros de un viaje a través del mar, para soportar las privaciones y riesgos de un viaje a través del mar. . . 

y con la ayuda de Dios y llegaron a la playas de América (C.S., P 336). Eso era lo que Pablo quería transmitirnos la libertad en Cristo, por muy pecador que seamos. 

La salvación es una experiencia continua. La palabra de Dios es suficiente garantía para guiarnos a la salvación. 

Pero cada cristiano tiene que cooperar con Dios. 

Cristo murió “por nuestros pecados” y por nuestra libertad. Esto debemos de recibirlo por fe, así como debemos aceptar la afirmación bíblica de que Cristo murió por nosotros. 

Cada uno de nosotros debemos dar fe de nuestra conversión y dar un testimonio así dije Jehová.

MARANATA.

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