CONFIANZA EN DIOS.

El cual no hizo pecado,ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente. 1º de Pedro 2:22-23.

Pablo cita a Cristo como ejemplo de lo que debe de ser los cristianos. No había engaño en su boca, ni tampoco fraude para poder aliviar sus penas en esta tierra. 

Los pensamiento de Cristo eran puros, ningún “engaño” que saliese de sus labios. “Pues de la abundancia habla la boca”. Esto debería de ser un ejemplo para los hijos de Dios en la tierra. 

No respondía con maldición. Cristo no se rebajó a desquitarse o apagar mal por mal. 

Una segunda ofensa no corrige la primera ofensa, por eso el ejemplo de Cristo nos revela el único espíritu que reconcilia a quienes están en discordia.

Cuando Pedro dijo: “El amor nunca deja de ser” (1ºCor.13:8) no veía otra solución para los problemas el hombre fuera del ejemplo de Cristo. Pedro contempló a su Señor a través de los años, recordó vivamente su presencia y su calma. 

Pedro había aprendido de su Maestro, al igual que muchos a través de la historia han aprendido a través de la historia. Hay muchos ejemplos que puse en las anteriores Matutinas. 

Pero hoy quisiera resaltar el de Wesley predicado Inglés que como Pablo y Pedro sufrieron en sus carnes la crueldad del hombre. Wesley predicó en un barrio muy pobre de Inglaterra. . . 

Dos rufianes aparecieron en escena, Se dijeron el uno al otro: “¿Quién es este predicador ? Quisieron echarle de su barrio y mofarse de el. 

Cogieron piedras para lanzarles a su cara, mientra Wesley hablaba sobre el poder de Cristo, y como ese poder transforma al hombre. 

Pero su rostro fue transformado en una belleza y paz que nadie había contemplado nunca. 

Los jóvenes quedaron atónitos, y contemplaron que el que estaba viendo era a otro hombre, su cara resplandecía, las piedra cayeron de sus manos y las palabras de Wesley enternecieron sus corazones. 

A pasar Wesley al lado de ellos los bendijo y el siguió su camino. (You Can Win, pag.72). 

Cuando los hombres temerosos de Dios predican su palabra, y en algunas ocasiones la luz del cielo transforma sus rostros, ángeles del cielo están con ellos para  cuidarlos.                                                                       Foto de Historia de la H.

Pedro como Pablo y Juan, por citar algunos, sus rostros resplandecieron cuando predicaban la verdad del Evangelio. 

La gracia y la paciencia y la bondad deben de caracterizar a los hombres de Dios. 

Se necesitan hombres y mujeres de oración, Wesley era un hombre de oración, y esto se reflejaba en su vida. Seamos imitadores de Cristo como lo fueron estos hombres.

MARANATA.

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