Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo para ser el Salvador del mundo. 1º Juan 4:14
Los discípulos se entregaron a la conducción divina y del Espíritu, y el Espíritu los uso. Fueron testigos en primera persona y habían visto a Aquel a quien envió el Padre.
Los apóstoles nunca olvidaron la revelación de Dios que habían presenciado en Jesucristo.
Ellos no habían visto a Dios pero a través de Cristo vieron al Padre y esto era suficiente.
A lo largo de la historia de la humanidad, muchos testificaron del amor del Padre y de Jesús con su sangre.
La iglesia cristiana se edificó con el testimonio de Jesús y de sus apóstoles, habían comparado la vida de Cristo con las profecías del AT en cuanto al Mesías.
Muchos se habían convertido por su testimonio. El testimonio de Lutero fue una voz que clamaba en el desierto de Europa.
En la dieta de 1529 en Spira, los papista querían aplastar las enseñanzas de la Biblia.
Los reformadores reclamaban la libertad que habían recibido con tanto regocijo la Palabra de Dios.Fueron momentos muy difíciles para los cristianos.
La fe de estos cristianos y su testimonio nos llegan hasta nuestros días. Cristo dio testimonio del Padre, al igual que nosotros debemos de dar testimonio de la verdad.
No hay una cumbre más elevada a la que podamos llegar que nuestros testimonio personal.
Debemos de ser un espectáculo al mundo, porque si no fuera así, Cristo sería deshonrado y tú y yo estaríamos destituidos de la gracia de Dios.
A veces pienso que Dios debe entristecerse cuando ve y contempla algunas actitudes de su pueblo.
En la larga curva del tiempo se probará la actitud de sus hijos. Cuando miro al pasado y veo como hombres y mujeres de su pueblo, dieron tal mensaje en su vida que nos llega hasta nosotros.
Lo triste es que el dinero y los vienes de este mundo ocupa nuestro corazón, pero pocos son los momentos dedicados a orar,
a estudiar las Sagradas Escrituras, a humillar el alma y confesar los pecados.
Si los cristianos sinceros hiciésemos esto, nuestro testimonio serial tal, que Cristo ya hubiese venido.
La obra de Cristo finalmente incluirá la renovación de la tierra (Apc 21:1,5).
La muerte y el testimonio de Cristo hizo posible que pudiera salvarse cada persona de cada nación.
El resultado de su sacrificio no esta limitado a las criaturas.
Es por eso que es vital nuestra testificación y nuestro ejemplo a una sociedad que se dirige al caos.
Hay un mensaje que debe ser oído y proclamado. Debe alcanzar a todos los corazones, porque “el Padre ha enviado a su Hijo para salvar al hombre”
MARANATA.
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