martes, 21 de abril de 2020

LA GRACIA DE DIOS.

No lo digo porque tenga escasez; pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Filipenses 4:11
Pablo vivió momentos de mucha escasez en la vida, pero Pablo aprendió una lección de confiar en su Dios, Dios permitía que pasara circunstancias penosas, pero todo era con el propósito de afianzar su fe(Rom. 8:28; 1º Cor.10:13; 2º 12:7-9). 

Pablo “no dependía de la circunstancias” Pablo confiaba en su Dios, porque en el había una nueva vida en Cristo, porque no era el que tenia que hacer frente a las circunstancias, sino Cristo que vivía en él (Ver. Gal.2:20; Fil. 4:13; 2º Tim. 1:12). 

No importa en que situación estemos. Pablo no limita las situaciones en las que el podía sentirse contento y abecés triste. 

Pablo no había en él ninguna contradicción, el perseguía su meta hasta experimentar espiritualmente una conexión más elevada con Dios. 

Tenemos a Pablo perseguido, encarcelado, rechazado por los judíos. Pablo aprendió a ser optimista después de muchas batallas en esta vida. 

Hoy el pueblo de Dios se enfrenta a un arma mortal como en el Corona virus -19. Es triste decirlo pero en España el años pasado murieron mas por la gripe, que por este virus. 

Si Pablo estuviere entre nosotros nos diría: “No e visto a justo desamparado. . . El ángel de Jehová acampa al rededor de su pueblo”. Si Pablo se sentina contento estando en la cárcel, ¿cuan to más nosotros que estamos libre? 

Pablo oraba muchos pidiendo la paz en su corazón, y pasara lo que pasara, su fe estaba puesta en Cristo. Debemos sentirnos felices, porque el tiempo esta cercano.

 En Mateo 24: Cristo nos dice que antes de su venida abra tiempos angustiosos como nunca fue. Nuestra fe tiene que ser puesta en acción, pues sólo así podemos contemplar la gloriosa Jerusalén. 

Lo que determina la dirección de un velero, no es el viento, sino la disposición de la vela. La paz de nuestra mente, es la actitud que tenemos hacia nuestra experiencia con Cristo. 

Mientras miremos al lugar Santo, tendremos esperanza de que el tiempo de nuestra partida al reino de los cielos está cerca. He aquí un secreto de la fe. 

Nunca tenemos que perder la vista en el Santuario. Cristo está intercediendo por su pueblo. Y mientras Él este allí, nada será demasiado difícil para los hijos de Dios. 

Las perspectivas permanecerán brillantes, porque sabemos que el futuro está todavía en las manos de Dios. 

Pongamos nuestras almas hacia la vida eterna Y pronto veremos los cielos abiertos para que moremos con nuestro Creador.
Quiera Dios que esta esperanza nos guarde a todos los hijos de Dios.
MARANATA.
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