sábado, 25 de abril de 2020

EL ÚNICO DIOS VERDADERO

Así dice Jehová el Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo el postrero, y fuera de mí no hay Dios. Isaías 44:6
La historia de los indios de América y de las tribus de Asia, y de Europa se calentaban can la madera, y con la corteza se hacían vestidos etc. Estas razas se alimentaban espiritualmente a través de los chamanes. 

Isaías nos cuenta como un hombre insensato, tenia frio y corto un árbol. Se calentó con su leña, cocino con ella, se hizo un refugio, y estando pensativo decidió hacer una imagen de madera. 

Una vez terminada la talla o imagen, dijo el hombre insensato: “tú eres mi dios por cuanto me has calentado” Este echo lo representa Isa. 44:17. 

La madera no podría librase a si misma del fuego si el hombre hubiera escogido quemarla en vez de adorarla. 

Desde que el hombre se desvió de Dios, y escogió su propio camino para adorar sus propios dioses, el hombre se ha corrompido. 

La idolatría es tan antigua como el hombre. 

La necedad del hombre es tan grande, cocina con la madera y la que le sobra se hace un ídolo, y finalmente le adora. En la edad Romana como en la Grecia Antigua la idolatría a los dioses del Olimpo era grande. 

Roma la introdujo en su ceremonias paganas. La diosa diana, echa de mármol o de madera se adoraba. Mas tarde esta talla de madera paso a ser adorada por la cristiandad. 

No es malo calentarse con la madera, ni hacer casas con ellas. La sensatez es adorar a un madera de talla. Tiene ojos y no ve, orejas y no oye, boca y no habla, piernas y no anda, la llevan a hombros, no siente ni padece. 

Y el hombre dice: estos son mis dioses. Sólo hay un Dios en el universo, el cual se compadece del hombre Mat. 11:28-30; Dios nos llama con una bondad infinita a que le reconozcamos como el único Dios verdadero. 

Jesús dijo: “Y al que ami viene, yo no le echo fuera” Jun. 6:37. Dios quiere morar en el corazón del hombre, quiere transformarlo y regenerarlo de su idolatría. 

“Yo soy el pan de vida”, a Dios se le adora en espíritu y en verdad. Dios es el autor y el sustentado de la vida eterna y espiritual. 

En lo más profundo del Universo esta el trono de Dios viviente, que nos escucha y se compadece de sus hijos. 

¡De cuántos peligros nos a librado! Dios es real, no está en una imagen de talla, él ve y esta atento a nuestras necesidades. Si tu dios queda relegado más y más bajo en tu escala de valores. ¡cuidado! 

Eso puede terminar únicamente en una desesperación espiritual. Nuestra única esperanza consiste en poner a Dios en primer lugar en tu vida y en lamia. A Dios se le adora en espíritu y en verdad. ¡siempre siempre!
MARANATA.
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