EL NUEVO NACIMIENTO EN EL HOMBRE.

Lo que es nacido de la carne, carne es, y que es nacido del Espíritu espíritu es Juan 3:6

Es decir, cuando es nacimiento natural (cap.1:13). El principio del mundo natural que todo ser viviente se reproduce “según su genero” (Gén.1:21). 

Cuando uno a llevado una vida mundanal, o conforme al mundo no tiene una referencia de lo que puede hacer Dios por esa persona. Cuando mi hija tuvo a su niña, los yayos fuimos los primeros en saberlo.“¡Que gozo y que alegría!” 

Vivimos en un mundo superpoblado, la mayoría de los nacimientos es todavía un gozo y una gran experiencia,cuando recibí la noticia. El nuevo nacimiento es una experiencia y una excitación, por lo menos en mi caso, como más de una vez os he contado. 

En este blog Ser nacido de “agua” “espíritu” o “aliento” “viento” Es obvio que hace referencia al Espíritu Santo. 

El aspecto purificador es la regeneración, que el Espíritu Santo obra en nosotros mediante su Palabra, si le dejamos obrar en nosotros (Juan. 15:3; 1 Ped. 1:23). 

Ser nacido del “Espíritu” representa el aspecto renovador del ministerio regeneración del Espíritu Santo, mientras crea en nosotros un nuevo corazón y un espíritu que ama lo bueno y odia lo mal. (Eze. 36:25-27; Tito. 3:4-7). 

“Pero para ser transformado solo hay una condición, el creyente tiene que desear grandemente el Espíritu Santo cada día para que haga su obra en el corazón. Es una condición que el cristiano olvida o olvidamos fácilmente. 

El Espíritu Santo obra en la personas, y estás son instrumentos para llevar a otras al Evangelio. 

Aquel cuyo corazón está lleno con la gracia de Dios y con amor a su prójimo que perecen, hallará la oportunidad, no importa dónde esté colocado, de hablar una palabra en sazón a los cansados. 

Los cristianos han de trabajar por su Maestro con el don que le ha concedido con humildad y mansedumbre, aferrándose a su integridad en medio del ruido y el bullicio de la vidas ( 1º MS p.125,126). 

La obra del Espíritu Santo es la transformación del hombre. 

Hombres faltos de educación y de estudió y de humilde situación social, han obtenido, mediante la gracia de Cristo admirables éxitos en la obra de ganar almas para Cristo. 

El secreto de este éxito la confianza que tenía en Dios. Aprendía cada día de Aquel que es admirable en consejo y poderoso en fortaleza. (MC. 106-109). 

Esta es la obra del Espíritu Santo en el hombre. El Espíritu Santo llama ha nuestro corazón, ¿abriremos las puertas de nuestro corazón para dejarle entrar? Tú tienes la última palabra.
Maranata.
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