EL GRAN MAESTRO.

Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. Juan 14:26

El que es un buen maestro, sera un buen psicólogo, no sera un maestro que maltrate a los niños con la regla. 

El buen maestro comprende los diversos aprendizaje con los diferentes niños, ya que todos no aprende al mismo tiempo. 

El maestro puede descubrir la capacidad del niño y dale ese matiz para que el niño aprenda. Hay muchos estilos para el aprendizaje y lo vamos a resumir en cuatro puntos básicos. 

Con estos cuatro puntos el Espíritu Santo llega al corazón y mente del hombre, para que este aprenda todas las cosas.

Primero. Él Espíritu Sato, obra con personas concretas, que necesitan ejemplos reales, prácticos, que le ayuden a entender los principios espirituales. Al estudiar la Palabra y ver ejemplos reales, que acontecieron en la vida real. 

Esas persona se identifica con la escena relatada. El Espíritu Santo enseña hoy al estudiante y a la familia, orientados hacia la personas que vivieron esas experiencias, y las aplique en la vida real tomadas de las Escrituras y adaptarla a la vida moderna. 

Los ejemplos de lealtad a la familia, al trabajo y a Dios, esos ejemplos se pueden adaptar a la vida moderna. Segundo. Cuando emos aprendido las lecciones bíblicas, debemos compartirlas. 

Jesús envió a los 70 a evangelizar y para que tuviesen experiencia propias (Luc. 10:1-179, de la misma manera el Espíritu Santo enseña a menudo a los misioneros de avanzada, para que diesen estudios bíblicos, o incluso que hagan encuestas, oh se reúnan en grupos de oración para orar por sus hermanos. 

El tercero, y es el más importante, el Espíritu enseña y se deleita en este ministerio. El Espíritu enseña a estas personas para que lleven la palabra de la verdad a otros, ya que esta basada en la autoridad divina, son enviados como los Valdenses, llenos del Espíritu del Señor. 

La tercera los predicadores de la verdad presente, son personas que saben escuchar y cuando el Espíritu les señale hablan con sabiduría, no con vanagloria ni altivez. 

Son personas temerosas de Dios, sólo quieren que en su lugar de origen reine el Espíritu Santo. 

Recuerdo a la anciana, que con sus folletos y el camino a Cristo daba su testimonio. 

Muchas mujeres no tienen el don de la palabra, pero por donde van dejan libros como, el Camino a Cristo, Conflicto de los siglos y el Deseado de todas gentes. 

Ese es el don que Dios les ha concedido. El Espíritu Santo no sólo desea que usted disfrute de las bendiciones de Dios, sino que esas bendiciones puedan llegar a otras personas.
MARANATA.
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