Y conociendo Jesús su espíritu que cavilaban
de esta manera dentro de si mismos: ¡Porque caviláis así en
vuestro corazones? Marc.2:8.
Repetidas veces, Jesús leyó los pensamientos de los hombres (Marc.12:15; Luc.6:8; 9:47; 11:17;cf. Jun.:16-19; 8:7-9)Esto los enfurecía.
Nos pasa a nosotros mismos, cuando una persona intuye nuestra expresión y se adelanta a lo que vamos a decir, nos da rabia. Esto es lo que pasaba con los fariseos y saduceos. Jesús acababa de realizar un maravilloso milagro al curar al paralitico.
Este hecho produjo un gran regocijo entre los asistente, porque entendían que algún día podían ellos estar enfermo y se sanados por el profeta. Pero había un sector de los oyentes que estaban más interesado en buscar las falta de Jesús.
¿No ocurre esto lo mismo en el pueblo de Dios?
Por desgracia si. Cuando alguien busca una oportunidad para
acusarnos o criticarnos la encuentra. Esto fue lo que paso con os escribas.
Jesús dijo al hombre que había sanado: “Hijo tus pecados te son perdonados” (Marc. 2:5).
Los escribas y fariseos no expresaron sus criticas audiblemente ¡No! “Pero en sus corazones cavilaban celos y de envidia” Pensaban que Jesús era culpable e blasfemia. ¿No ocurre esto en nuestros días? No lo expresamos con palabras, ni con actos.
Pero cuando esta la junta para nombrar los cargos, no mencionamos a tal persona para un puesto, y así la aislamos y cometemos pecado como los escribas y fariseos.
En otra ocasión los escribas dijeron que él (Jesús) echaba fuera demonios porque estaba de acuerdo con Satanás (Mar.3: 22,23).
El diablo podía realizar milagros, pero no podía perdonar los pecados. Solo Dios puede hacerlo. Con mirada de compasión Jesús les dirigió una pregunta directa: “¿Que es más fácil,decir al paralitico: Tus pecados te son perdonados o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?” Yo pregunto: ¿Quien tenia más fe, el paralitico, o sus amigos?
El paralitico estaba así por culpa de sus pecados y solo quería la paz. Sus amigos tenia mucha fe y sabían que Cristo podía hacer el milagro.
Sus críticos callaron. ¿Cuantas veces tenemos que callarnos nosotros? “Por que de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito' .
Lo dio no solamente para que viviese entre los hombres no solo para que llevase los pecados de ellos y muriese en la cruz como sacrificio; lo dio a una raza caída por que nos ama. Cristo debía identificarse con los intereses y necesidades de la humanidad” (El Camino a Cristo p.13).
Este maravilloso poder que Jesús demostró de perdonar los pecados y de sanar a los enfermos. La pregunta cae por su peso: ¿Asta cuanto estamos nosotros dispuestos a perdonar? Si nosotros no perdonamos, Cristo no nos perdonara, y en el libro de memorias estará reflejado ese pecado.
Solo el cielo sabe cuantas preciosas almas cada día son convencidas de sus pecados por el Espíritu Santo, acuden a él en arrepentimiento y ayuda. No tardes ves ahora y ríndete a sus pies Cristo te espera.
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica
La
Biblia a través del tiempo.
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