Mas
Dios encarece su amor hacia nosotros porque siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros. Rom. 5:8.
Dios
muestra. Gr. sunístemi,
se puede traducir como
“establecer”
“palabra”
. Dios probó su amor hacía nosotros De modo que el pasaje podría
traducirse: “Dios da una prueba de su mor para con nosotros”.
Este verbo también tiene el significado de “recomendar” (ver
Rom. 16:1; 2 Cor. 4:2).Tan pronto como hubo pecado el hombre, hubo un
Salvador. Cristo sabía lo que tenia que sufrir, sin embargo se
convirtió en el sustituto del hombre. Tan pronto como pecó Adan,
el Hijo de Dios se presentó como fiador por la raza humana (SDA. B.
C. t. 1º p. 1084).
La
muerte de Cristo (que pocos lo aceptan) por los pecadores no ólo
demuestra o prueba que el amor de Dios es una realidad, sino que
también coloca ese amor ante nosotros en toda su grandeza y
perfección. [Es por eso que los que matan en el nombre de Dios,
carecen de ese amor de Cristo, y en ellos no hay verdad] La pregunta
que muchos hombres y mujeres no entienden es: ¿por qué lo hizo?
Con
una sola palabra podría destruir al hombre. ¿Por qué? ¿Porque era
el único que podía redimir la raza humana ya caída.
No había un ser humano, ni siquiera un ángel, ni ningún ser celestial de otros mundos que pudiese ser la grantia de su salvación.
El Hijo de Dios descendió de su trono
celestial, dispuso su manto real y corona regia y revistió su
divinidad con humanidad. Vino a morir por nosotros, a yacer en la
tumba como deben hacerlo los seres humanos y a ser resucitado para
nuestra justificación. También bino para reivindicar la ley de Dios
entredicha por Satanás en los atrios celestiales. No había un ser humano, ni siquiera un ángel, ni ningún ser celestial de otros mundos que pudiese ser la grantia de su salvación.
La cuestión era muy sencilla, se obedece a Dios por amor o por miedo. Esta era la gran duda del universo.
Cristo vino familiarizase con todas las tentaciones con las que es acosado el hombre. Se levanto de la tumba proclamó sobre el rasgado sepulcro de José: “Yo soy la resurrección y la vida”. Uno igual a Dios pasó por la muerte en nuestro favor.
Probó la muerte por cada hombre para que por medio de él cada hombre pudiera ser participante de la vida eterna.
Cristo ascendió al cielo con una humanidad santificada y santa. Llevó en su humanidad consigo a los atrios celestiales y la tendrá a través de los siglos eternos, con las marcas en sus manos y en su costado y pies.
Cristo esta intercediendo en la ciudad de Dios, Aquel que ha rogado ante el Padre: “Los tengo esculpidos en las palmas de mis manos”. Cristo es nuestro paladín como dice Pablo. ¿Es tan difícil creer en un salvador?
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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