Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre, quizá seréis guardado en el día del enojo de Jehová. Sofonías 2:3.
El profeta se dirige a los que pretende servir a Dios y obedecen su ley, y los anima a ferrase firmemente a Dios. La humildad es opuesta a la altivez de algunos dirigentes, acerca del Espíritu del orgullo (Mat. 5:5).
Aunque una gran mayoría del pueblo de Dios apostato,en el pasado y hoy en el presente, ya que Dios busca la fidelidad de su pueblo y quiere que se arrepientan.
En vista de lo que pronto ha de sobrevenir en la tierra, os suplico, hermanos y hermanas, que caminéis delante de Dios con toda mansedumbre y humildad, recordando el cuidado que Jesús tiene de vosotros. . . Todos los humildes de la tierra son exhortados a buscar a Dios. . . Rómpase el yo en pedazos delante de Dios.
Es difícil hacerlo; ero se nos amonesta a caer en la Roca y ser quebrantados, de lo contrario ella caerá sobre nosotros y nos reducirá a polvo. Jesús habla a los humildes de corazón de su pueblo.
A través de las edades ha hecho lo mismo. Su brazo eterno los rodean y no los dejara que perezcan en las manos de los impíos. La gran pregunta es: ¿Que es ser cristiano?
Es ser como Cristo; es hacer las obras de Cristo. Algunos fracasan en un punto, otros en otro. Algunos son naturalmente impacientes. Satanás comprende su debilidad y se las arregla para vencer vez tras vez. Pero nadie se desanima por esto.
Cada vez que se levante nuestro yo, nuestra arrogancia y superioridad propia, pedid a Dios en humilde oración en silencio que nos de fortaleza y gracia para sobrellevarlas pacientemente. Hay poder en el silencio; No habléis una palabra hasta que hayáis elevado vuestra petición al Dios del cielo.
Si hacéis esto siempre, pronto veréis vuestro genio y otros rasgos de carácter que desaparecen, y notareis un pequeño cielo aquí para ir al cielo.
Dios quiere que su pueblo se limpie las manos y purifiquen sus corazones. ¿Les traerá desgracia en hacer esto? ¿Nos traerá desgracia en ser tolerante, cortes, y misericordioso con los demás aunque estos no lo sean con nosotros?
No olvidemos que los que quieran ir a la Nueva jerusalén, devén de abandonar todo mal rasgos de carácter. Debemos procurar apartar el pecado de nosotros, descansando en los méritos e Cristo, y entonces en el día de la aflicción, cuando el enemigo nos oprima, caminaremos entre los ángeles (R.H. 19-11-1908)
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica
La
Biblia a través del tiempo.
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