Y despertó Jacob de
su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová esta en este lugar, y yo no lo
sabía. Gén.28:16.
Si nos atenemos al
texto, y contrariamente a lo que surgieren algunos comentadores, la
declaración de Job es muy significativa. No es una evidencia de que
él concibió la idea de que Dios se aparece solamente en ciertos
lugares consagrados al culto o que él había llegado a un lugar
especial.
Lo que Job trata de
trasmitir al creyente, es una expresión de su sorpresa y gozo al
encontrar que, al paso que él se había imaginado que estaba solo,
en realidad estaba en la misma compañía de Dios. En cierto sentido
la declaración de Jacob fue una acusación contra si mismo.
Fue al sentirse
desamparado por la situación en que se encontraba, fue cuando se
encontró más cerca de Dios y ese momento fue más real que nunca.
Yo podría contar
experiencia más o menos de este tipo, de personas que vivieron una
experiencia con Dios en un sentido no de verlo, pero si de
experimentar su paz.
Corría el año
1967, yo experimentaba una situación muy difícil después de mi
conversión.
Cierto día vino ami
casa un “amigo” y me pidió que fuera al colportage con el,
acedi, y nos fuimos a Andalucía, y parte de Extremadura España. Fue
muy duro vender las bellas historia de la Biblia, y Libros de Salud,
como la Madre y el Niño.
Un viernes al medio
día, salimos desde Merida a Sevilla, era verano, con una temperatura
de 38 grados y a veces superaba los 40 grados. Salimos juntos y
llegamos juntos a Sevilla. Yo no savia lo que allí me esperaba, mi
supuesta novia me dejo, pase un sábado mal. Pero Dios conociéndome
muy bien, puso a una persona para consolar mi sufrimiento, yo no
entendía nada, creía que las mujeres del pueblo de Dios, era
diferentes a las del mundo. ¡Que equivocado estaba! ¡Pero cuantas
gracias tengo que dar a mi Dios por quitarme a esa mujer! No hay
palabras, solo lagrimas y gratitud.
El día siguiente,
domingo, siete de la mañana, nos pusimos mi compañero y yo, hacer
auto stop, viaje duro, a
unos 40 grados, por
la carretera de asfalto que va desde Sevilla a Merida por la N-V, que
hay 189 Km.
Así estuve andando durante cuarenta kilómetros, nadie me paraba. Tuve mucho tiempo para pensar sobre mi vida. Recuerdo que en un pequeño montículo cerca de la carretera había una pequeña casa hecha de cartón y madera, su vi la cuesta para pedir un vaso de agua.
Así estuve andando durante cuarenta kilómetros, nadie me paraba. Tuve mucho tiempo para pensar sobre mi vida. Recuerdo que en un pequeño montículo cerca de la carretera había una pequeña casa hecha de cartón y madera, su vi la cuesta para pedir un vaso de agua.
Con cuanto cariño
vi a esa mujer darme el vaso de agua, hoy lo recuerdo y no puedo
evitar que las lagrimas salga por mis ojos.
Pero aun me quedaba mucho camino por recorre, salí a la carretera, seguí haciendo Auto Stop, pero nadie me cogía. Eran entre las siete y las siete y media de la tarde cuando llegue a un pueblo, cuyo nombre no quiero acordarme.
Maranata
Oren
por la vista de mi esposa, solo ve de un ojo.
Dedicada
a mi esposa Susana.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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