jueves, 5 de febrero de 2015

¿ERES CORTES Y AMABLE?


Finalmente sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables. 1º Pedro. 3:8.

Pedro en su epístola se ha dirigido a los cristianos en general. (cap.2:1-17), y en particular a los siervos cristianos (ver.18-25), a las esposas (cap.3:1-6) y a los esposos (ver.7). Ahora retoma su admonición a los cristianos en general.

Pablo en su gran visión del Evangelio, se dirige a “los expatriados de la dispersión” por todo Asia Menor (cap 1:1)y en un sentido más amplio a todos los cristianos a través de los siglos. De un mismo sentir. Gr. homófrón, de un mismo parecer, “unidos en espíritu”, “armonioso”. “amables”.
Es de vital importancia la armonía entre los creyentes y la unidad de acción exige una unidad básica en cuanto a las creencias fundamentales y a los propósitos y métodos de la iglesia.
Pero la unidad no requiere absoluta uniformidad en todos los detalles. Siempre abra diferencias de opiniones en puntos menores. Pero como dicen en mi pueblo, lo cortes no quita ser valiente. Los cristianos deben trabajar juntos en armonía a pesar de las diferencias en puntos de vista, si el espíritu de orgullo es reprimido.
Es por eso que Pedro hace hincapié en que el cristiano tiene que ser “amigable” “cortes” de espíritu humilde, esto debe de nacer dentro del corazón, uno no puede dar lo que no tienen. Si el o los cristianos alberga la cortesía, la sensatez, y la simpatía hacia los demás, estará en armonía con Cristo, ya que sus efectos sera positivos hacia los demás.
En toda la trayectoria de Cristo, lo vemos que era amable, cortes y nunca se enfadaba, la gente lo admiraba y era amado. Jesús era amado y respetado por el pueblo y por sus enemigos. 

Cristo trataba bien a todos, amigos y enemigos, y manifestó amor por sus enemigos.

Recuerdo un pasaje que dice: “si estuviéramos dispuesto a humillarnos delante de Dios, y a ser amables, cortes, tiernos de corazón y bondadosos, habría cien conversiones a la verdad donde ahora hay sólo una. 

Pero aunque profesamos estar convertidos, llevamos con nosotros un fardo de egoísmo que consideramos demasiado precioso para abandonarlo.

Tenemos el privilegio de depositar este fardo a los pies de Jesús, y tomar el lugar de él carácter y la semejanza de Cristo. El Salvador espera que lo hagamos” (T. t. 9. p.189-190).

Pedro Juan o incluso Pablo, cuando viajaban los miembros de las iglesia eran corteses y amables, les ayudaban en sus menesteres y eran amables y corteses. 

El amor por los hermanos reflejaba el carácter de Cristo. Tal ejemplo se vera en los últimos días, antes de que Cristo venga por segunda vez.
Maranata
Oren por la vista de mi esposa, solo ve de un ojo.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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