Luego se digiero el
uno al otro: No estamos haciendo bien, Hoy es día de buenas nuevas,
y nosotros callamos; y si esperamos hasta el amanecer, nos alcanzara
nuestra maldad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa
del rey. 2º Reyes 7:9.
A la verdad este
verso no es muy hermoso, pero nos enseña una importante lección. El
autor se refiere al sitio de samaria por los sirios en los días de
elíseo. El asedio por los ejércitos era brutal, los alimentos de la
ciudad sitiada era de una gravedad brutal.
Hasta que punto
llego la situación que la cabeza de un asno se vendía por ochenta
pieza de plata. Claudio Josefo, cuenta que la situación era tan
critica, que muchos pensaron comerse a sus hijos. (Josefo
antigüedades xii). A los judíos les aborrecía comer algo inmundo,
como cerdo, caballos si lo había, y asnos etc.
Josefo cuenta que en
masada las mujeres mataban a los niños recién nacidos y se los
comían, este hecho esta profetizado. (Josefo Antigüedades xiii).
Solo quiere que usted se ponga en esa situación, ¡Oh si! Se lo que
esta pensando, pero cuando uno esta en una situación desesperada,
come lo que sea para subsistir. ¿Se acuerdan del famoso avión que
callos en los andes, y tuvieron que comer la carne de los muertos? El
hombre nunca puede decir de esta agua no beberé.
Cuando los leprosos
se sentaron junto a la puerta de la ciudad, medio muertos de hambre.
Después de mantener un dialogo entre ellos si debían de morir de
hambre y por una espada. Decidieron de entregarse a los sirios,
muertos estaba ya, así que se dirigieron al campamento. Al
aproximarse al campamento encontraron cantidad de alimentos.
El ejercito sirio
habían huido la noche anterior, al escuchar un gran ruido que
provenía de Dios. No tardaron en comprender que Dios había hecho
ese milagro, y que ellos tranquilamente se saciaron de las viandas
encontradas. Dentro de la ciudad estaban muriendo mujeres, niños
ancianos, pero en este lapso los leprosos pensaron en si mismos.
Lego un momento que
recapacitaron y se dieron cuenta de su buena suerte significaba tanto
una responsabilidad como una oportunidad. Una mala conciencia
reconoce que quien hace el mal debe pagar su culpa. ¿Cual es la
paradoja para el pueblo de Dios? El pueblo de Dios esta bebiendo de
la abundancia que Dios le da, pero es incrédulo a la hora de
trabajar para Dios,esta en un letargo que le puede llevar a la muerte
eterna.
En la iglesia ay
personas que por causa de la lepra del pecado hemos hallado a Cristo
y nos volvemos modo sin preocuparnos por las personas que están en
el mundo. Deberíamos hacer como estos leprosos, dar la buenas nuevas
de la salvación al mundo, y no ser ociosos en nuestra manera de
vivir.
Hoy es el momento de
dar las nuevas de que hay alimento espiritual para el pecador. El
Evangelio hay que compartirlo con los demás, porque sino tendremos
que dar cuentas en el tribunal de Dios.
Si ponemos atención
en estos puntos: 1º Los leprosos no tenían nada que perder, de
todas formas iban a morir.
3º Su experiencia y
remordimiento los indujo a recapacitar y volvieron a la ciudad a dar
la noticia.
4º ¿Esto no es una
advertencia para el pueblo de Dios?
No cometamos hoy el
pecado del silencio. En algún lugar, de algún modo, expresamos
gratitud por la bondad de Dios. Estamos perdidos, y ahora somos
salvos. Estábamos muriendo de inanición, y ahora estamos saciados.
¿Que vas hacer tú?
Maranata
Oren
por la vista de mi esposa, solo ve de un ojo.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica
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