Al despertad, dijo
Jacob: Realmente, el Señor está en este lugar, y yo no lo sabía.
Y añadió sobrecogido: Realmente, él Señor está en este lugar, y
yo no lo sabía Gén. 28:16
Y tuvo miedo, y
dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de
Dios y puerta del cielo. Gén. 28:17.
Se cuenta la
historia de un padre y su hijo que se perdieron en el desierto de
California. Hacia un calor de 50 º- intentaron llegar a la ciudad
más próxima, pero escogieron el camino equivocado.
Fueron hallados,
dispersos tan solo a dos kilómetros de un manantial. La pregunta es:
¿Porque no buscaron un refugio en ese lugar para guardar allí
ayuda. La respuesta es que no lo sabían.
Las palabras “no
lo sabían” son muy significativas. Cuántas tragedias se habrían
evitado si se hubieran sabido ciertas cosas de nuestra vida. Jesús,
refiriéndose a jerusalén declaro: !¡0h, si también tú
conocieses. . .lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto tus
ojos. . . y te derribarán a tierra. . . y no dejarán en ti piedra
sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación”
(Luc. 19:42,44).
Ellos no lo sabían,
pero les aguardaba la muerte. ¡Si lo hubieran sabido! No hay peor
cosa que el orgullo, y la insensatez, los judíos nunca supieron que
la fuente de agua viva estaba entre ellos.
El mundo esta bajo
la maldición de la muerte, pero gracias a Dios, no estamos obligados
a morir con él. El desierto abrasador nos rodea, pero Cristo, como
un refrescante y sombreado oasis, está a nuestro alcance.
Hay que seguir la
dirección correcta y asumir la posición debida. El que se arrodilla
al pie de la cruz de Cristo adquiere la debida comprensión y la paz
para su alma.
¡Que afortunado fue
Jacob al reconocer finalmente la presencia de Dios! Todo lo que
necesitó para adquirir conciencia de ella fue un sueño conmovedor.
Muchos de nosotros tenemos que caer en la roca, y pedir ayuda a
nuestro Salvador, ya que nuestras fuerzas flaquean. Muchas personas,
al igual que Jacob, después de pasar algunas experiencias y
despiertan a su compresión, exclama: !¡El Señor está en este
lugar!”
Cierto es que Dios
usa distintos medios y métodos para despertarnos.
A veces por un gobierno intolerante, o aveces la perdida de un ser querido, o un revés financiero. Otras veces recibimos una gran bendición como la que recibió Jacob. Pero cualquiera que sea el medio, lo que importa es comprender que Dios está presente y que él dirige las cosas.
A veces por un gobierno intolerante, o aveces la perdida de un ser querido, o un revés financiero. Otras veces recibimos una gran bendición como la que recibió Jacob. Pero cualquiera que sea el medio, lo que importa es comprender que Dios está presente y que él dirige las cosas.
Maranata
Oren
por la vista de mi esposa, solo ve de un ojo.
Dedicada
a mi esposa Susana.
Luis
José de Madariaga.
La
Biblia a través del tiempo.
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segunda venida apocalíptica