domingo, 28 de diciembre de 2014

SED AGRADECIDOS.


y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones. . . y sed agradecidos. Col. 3:15. 
La pregunta es muy sencilla: ¿Es posible dar gracias a Dios en todas las circunstancias adversas de tu vida? Parece irrazonable esperar que el marido o la esposa le den gracias a Dios por haber fallecido su hijo. ¿Puede un padre dar gracias a Dios porque su hijo tiene un tumor cerebral? ¿Podemos dar gracias a Dios porque una pareja de adolescente pierden la vida en un accidente de trafico por un conductor insensato?

¿Es posible agradecer en medio de la crisis económica que provoca una crisis económica y te veas viviendo de bajo de un puente? Son preguntas que aveces son difíciles de contestar. Yo hablo por mi propia experiencia y respondo a la tercera pregunta.

Tenia un puesto muy elevado en las fuerzas Aéreas de los Estados Unidos. Y un buen día hecha ron ha cuatrocientas familias a la calle, con una miserable paga. 

Lo primero que hicimos mi esposa y yo, fue ponernos de rodillas, poner el asunto en manos de Nuestro Dios. Tiempos muy difíciles ya que había cuatro millones de parados, y los trabajos eran muy difíciles, por buen curricular que tuviera, no se encontraba nada.

Pablo aconseja que deberíamos orar sin cesar, yo estuve orando con mi esposa durante cinco años. Encontraba trabajos de una semana, dos semanas, dos meses. Pero cuantas gracias tengo que dar a mi Dios, por pasar esas circunstancias en mi vida.

Constantemente tengo que dar gracias, creo que el secreto de la gratitud a mi Dios s la constancia en la oración, si no fuera por esas circunstancias ciertos rasgos de mi carácter no los hubiera vencido. Gracias Al Espíritu Santo que me convenció de mi situación yo no hubiese cambiado en ciertos aspectos de mi vida.

Hay un refrán que dice: “No hay mal que por bien no venga”.
Cierto es, cuando el Espíritu Santo toma posesión de nuestras vidas podemos mantener una actitud agradecida hacia nuestro Creador.
Pueda ser que el primero en caer sea yo, Pero tenemos tantas promesas, que abecés nos olvidamos de ellas. “Estas cosa os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido (Juan 15:11
Promesa.
Saldrá luz de estas tinieblas que a veces a Ud. le parecen incompresibles. `Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. (Job.1:21). Sea estel lenguaje de su corazón. La nube de misericordia se cierne sobre su cabeza aun en la hora más oscuras” (LC. 272). 
Maranata
Les agradezco que sigan orando por mi vista.
Luis José de Madariaga.
La Biblia a través del tiempo.
http:// segunda venida apocalíptica

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