Y dijo Faraón a sus siervos:
¿Acaso hallaremos a otros hombres como éste en quien esté el
espíritu de Dios? Génesis 41: 38
Hay una pregunta que deberíamos
hacernos todos: ¿puede usted reconocer el misterio del Espíritu en
la vida de otro creyente?
Si le resulta difícil, piensa en un rey Egipcio politeísta que vio en José una evidencia tan dramática de Dios que estuvo dispuesto a convertir a este prisionero ¡en el primer ministro de la nación más poderosa de Oriente Medio!
Si le resulta difícil, piensa en un rey Egipcio politeísta que vio en José una evidencia tan dramática de Dios que estuvo dispuesto a convertir a este prisionero ¡en el primer ministro de la nación más poderosa de Oriente Medio!
El
faraón vio que los cristianos del AntiguoTestamento lo llamaría
dones espirituales. La evidencia se vio en la lealtad de José a
Dios, su determinación irrevocable de lealtad. Evidentemente José
desplegaba dones de profecía, y de sabiduría y sobretodo el de
liderazgo. (1 Cor.12). José sin
duda fue el ungido de Dios (Sal. 105:15. Cierto es que hoy día no
usamos el termino “ungido” ,
Aunque este
termino significa aplicar aceite sobre la cabeza de la persona
elegida por Dios, para un ministerio especial. También es usado
para fenómenos de curación o limpieza. En cada ocaso el aceite es
el símbolo del Espíritu Santo.
Tratemos de buscar en la iglesia, en
el trabajo, en el mercado, o el contorno familiar a otro José. No es
difícil, hay muchos José al rededor nuestro, que navegan por las
grandes empresas, o medianas, tal vez estén labrando la tierra, o es
un camionero que con su actitud lleva el mensaje de Dios a otros.
¿Como conocerlo? Usted no encontrará un José buscando a un
hombre, una mujer o un joven sin defecto. Pero si lo conocerá
cuando se encuentre a alguien que revela el amor de Jesús en medio
del hambre o de la abundancia de la vida moderna.
En cierta ocasión
un hermano visito un restaurante vegetariano, cuando el labio
comprendió que estaba ante un José, potencial. A pesar de las
presiones procedente de la familia, esta mujer trabajaba en
silencio, tuvo un grupo de 20 personas que le daba estudios
bíblicos.
Estos fueron a su vez lideres y formaron otros veinte.
Pasado un año esta mujer lideraba a 200 personas. Dios tiene
muchos José en el mundo, que trabajan en silencio. Tú puedes ser
uno o una como Josue. Señor; ayúdame a ser un José, en mi barrio,
y en mi trabajo y con mi familia. Usame como instrumento en tus
manos, para glorificar tu Nombre. [Les ruego que oren por mi]
Maranata.
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