Tus ojos verán al Rey en su
hermosura, verán la tierra que está lejos. Isa. 33:17.
Si deseamos ver al Rey de Reyes
en su hermosura, debemos proceder aquí dignamente.
Hemos de superar nuestra infantilidad. Cuando surja la provocación guardaremos silencio. Hay ocasiones en la que el silencio es elocuencia.
Hemos de revelar la paciencia, bondad y tolerancia que harán que seamos dignos de ser llamados hijos e hijas de Dios.Hemos de confiar en él, creer en él y fiarnos de él.
Hemos de andar en los pasos de Cristo. “Si alguno quiere venir en pos de mí”, dice, “niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Luc. 9:23). . .
Tal vez sea una cruz pasada el guardar silencio cuando debáis hacerlo. Puede ser un decisión y una disciplina dolorosa; pero permitirme aseguraos que el silencio hace mucho más para vencer el mal que una tormenta de palabras airadas.
Este mundo hemos de aprender lo que debemos ser a fin de tener un lugar en las cortes celestiales.
Hemos de aprender lecciones que Cristo desea enseñarnos, para que podamos ser preparados y llevados a la escuela superior en las cortes de lo alto, donde él Salvador nos conducirá junto al río de la vida, y explicarnos muchas cosas que aquí no podríamos comprender y enseñarnos los misterios de Dios.
Allí veremos la gloria de Dios como nunca la vimos aquí. Ahora sólo tenemos una vislumbre de la gloria, porque no perseveramos en conocer al Señor (R.H 20-7-1905).
En la escuela celestial tendremos oportunidad de alcanzar, paso a paso, la mayores alturas del saber.
Allí como hijos del Rey celestial, moraremos para siempre con los miembros de la familia real; allí veremos al Rey en su hermosura, y contemplaremos sus encantos sin par. (CM.p.161). [El nuevo correo para que mandéis vuestras experiencias de vuestra conversión a Cristo es: lospilaresdeluniverso@gemail.com]
Maranata.
http://meditacionesmatinales.blogdpot.com
http://leciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda venida apocaliptica
Hemos de superar nuestra infantilidad. Cuando surja la provocación guardaremos silencio. Hay ocasiones en la que el silencio es elocuencia.
Hemos de revelar la paciencia, bondad y tolerancia que harán que seamos dignos de ser llamados hijos e hijas de Dios.Hemos de confiar en él, creer en él y fiarnos de él.
Hemos de andar en los pasos de Cristo. “Si alguno quiere venir en pos de mí”, dice, “niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Luc. 9:23). . .
Tal vez sea una cruz pasada el guardar silencio cuando debáis hacerlo. Puede ser un decisión y una disciplina dolorosa; pero permitirme aseguraos que el silencio hace mucho más para vencer el mal que una tormenta de palabras airadas.
Este mundo hemos de aprender lo que debemos ser a fin de tener un lugar en las cortes celestiales.
Hemos de aprender lecciones que Cristo desea enseñarnos, para que podamos ser preparados y llevados a la escuela superior en las cortes de lo alto, donde él Salvador nos conducirá junto al río de la vida, y explicarnos muchas cosas que aquí no podríamos comprender y enseñarnos los misterios de Dios.
Allí veremos la gloria de Dios como nunca la vimos aquí. Ahora sólo tenemos una vislumbre de la gloria, porque no perseveramos en conocer al Señor (R.H 20-7-1905).
En la escuela celestial tendremos oportunidad de alcanzar, paso a paso, la mayores alturas del saber.
Allí como hijos del Rey celestial, moraremos para siempre con los miembros de la familia real; allí veremos al Rey en su hermosura, y contemplaremos sus encantos sin par. (CM.p.161). [El nuevo correo para que mandéis vuestras experiencias de vuestra conversión a Cristo es: lospilaresdeluniverso@gemail.com]
Maranata.
http://meditacionesmatinales.blogdpot.com
http://leciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda venida apocaliptica
No hay comentarios:
Publicar un comentario