Velad, pues, en todo tiempo
orando que seáis tenido por digno de escapar de todas estas cosas
que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
Luc.21:36.
Cristo nos ordena que velemos
para que seamos tenidos por dignos de escapar de las cosas que han de
sobrevenir.
Es de la mayor importancia que atendamos esta advertencia. El enemigo de toda justicia sigue tras nuestros pasos, procurando llevarnos al olvido de Dios. Debiéramos llenarnos de gozo al pensar en la inminente venida de Cristo. Para los que la amen él vendrá sin pecado para salvación.
Pero si nuestra mente está llena de pensamientos relacionados con cosas terrenales, no podemos aguardar con gozo su venida. “Si supiera que Cristo vendría dentro de un año”, dice uno, “viviría en una forma diferente”, “Este ser humano es un hipócrita, en todos los sentidos”.
Pero si creemos que ha de venir viviremos tan fielmente como si supiéramos que ha de aparecer dentó de mucho o pocos años. Todo lo que tenemos que hacer se refiere al día de hoy. Porque mañana no sabremos si viviremos.
Hoy debemos ser fieles a nuestro cometido. Hoy hemos de amar a Dios de todo corazón y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Hoy hemos de resistir la tentaciones del enemigo y obtener el triunfo mediante la gracia de Cristo.
Así estaremos velando y esperando la venida de Cristo. Deberíamos vivir cada día como si fuera el último de nuestra existencia en la tierra. Si supiéramos que Cristo viene mañana,
¿no diríamos hoy todas las palabras bondadosas y realizaríamos todos los actos abnegados que pudiéramos hacer? ¡Si hiciésemos esto seriamos unos hipócritas. Todo esto hay que hacerlo diariamente, Cristo venga hoy o mañana!.
Es de la mayor importancia que atendamos esta advertencia. El enemigo de toda justicia sigue tras nuestros pasos, procurando llevarnos al olvido de Dios. Debiéramos llenarnos de gozo al pensar en la inminente venida de Cristo. Para los que la amen él vendrá sin pecado para salvación.
Pero si nuestra mente está llena de pensamientos relacionados con cosas terrenales, no podemos aguardar con gozo su venida. “Si supiera que Cristo vendría dentro de un año”, dice uno, “viviría en una forma diferente”, “Este ser humano es un hipócrita, en todos los sentidos”.
Pero si creemos que ha de venir viviremos tan fielmente como si supiéramos que ha de aparecer dentó de mucho o pocos años. Todo lo que tenemos que hacer se refiere al día de hoy. Porque mañana no sabremos si viviremos.
Hoy debemos ser fieles a nuestro cometido. Hoy hemos de amar a Dios de todo corazón y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Hoy hemos de resistir la tentaciones del enemigo y obtener el triunfo mediante la gracia de Cristo.
Así estaremos velando y esperando la venida de Cristo. Deberíamos vivir cada día como si fuera el último de nuestra existencia en la tierra. Si supiéramos que Cristo viene mañana,
¿no diríamos hoy todas las palabras bondadosas y realizaríamos todos los actos abnegados que pudiéramos hacer? ¡Si hiciésemos esto seriamos unos hipócritas. Todo esto hay que hacerlo diariamente, Cristo venga hoy o mañana!.
El Espíritu de profecía nos insta hoy nos exhortaa a que apartemos nuestros pensamientos de las cosas mundanas y pongamos nuestra vistas en las cosa celestiales y eternas.
Cristo ha puesto la vida eterna a nuestro alcance y ha prometido darnos ayuda en todo tiempo de necesidad. Debemos estar alegres y ser optimista ¡Cristo vienen! Amen Señor Jesús.[El nuevo correo para que mandéis vuestras experiencias en Cristo es: lospilaresdeluniverso@gemail.com]
Maranata.
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