Puesto que toas estas cosas han
de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y
piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida
del día de Dios! 2 Ped. 3: 11, 12pp.
Dios espera que llevemos el
nombre de Cristo y lo representemos en pensamiento , palabras y
obras. Nuestros pensamientos han de ser puros y sus palabras y hechos
nobles y elevados, que traigan a quienes los rodean más cerca del
Salvador.
Nuestras vidas debieran mostrar un firme crecimiento
espiritual. Pero he visto algo que me hace temblar -hombres y
mujeres raquíticos en carácter, que poseen la Palabra de Dios, la
cual les dice lo que deben hacer parta ser salvos, y no obstante no
se santifican y siguen en su impiedad.
No disfrutan de la fuerza
prevista para todo cristiano, porque se niegan o nos negamos a ser
como Cristo. Conozco a muchos que después de veinte años en la
iglesia aun toma café, o hacen cosas que están prohibidas, pero
como no nos ven. ¡ojos que no ven corazón que no siente!
Es necesario y “yo” el primero hacer una reforma en nuestra vida, de pensamiento y de hechos. Se debe de ver menos del yo y de los puestos vitalicios, y más del carácter de Cristo. Más humildad más amor entre los hermanos. Se aproxima para todos pruebas severas y apremiantes.
La religión de la Biblia debe estar entretejida con todo lo que hacemos y decimos.
Toda la transacción comercial debe tener el perfume de la presencia de Dios. Cristianos del pueblo de Dios, os exhorto a que os preparéis para la venida de Cristo en las nubes del cielo. Día tras día arrojad fuera de vuestros corazones el amor por el mundo.
Comprender por experiencia lo que significa
tener compañerismo con Cristo. Preparaos para el juicio, para que
cuando Cristo venga para ser admirado por todos los que creen,
podáis (podamos) contaros entre los que lo recibirán en paz.
En aquel día los redimidos brillarán con la gloria del Padre y del Hijo. Los ángeles pulsando sus arpas doradas, darán la bienvenida al Rey de gloria y a sus trofeos de victoria: Los que han sido lavados y emblanquecidos en la sangre del Cordero. (RH. 23-11-1905).
En aquel día los redimidos brillarán con la gloria del Padre y del Hijo. Los ángeles pulsando sus arpas doradas, darán la bienvenida al Rey de gloria y a sus trofeos de victoria: Los que han sido lavados y emblanquecidos en la sangre del Cordero. (RH. 23-11-1905).
[El nuevo correo para que mandéis vuestras experiencias de vuestra conversión a Cristo es: lospilaresdeluniverso@gemail.com]
Maranata.
http://meditacionesmatinales.blogdpot.com
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http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda venida apocaliptica
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