UN ESPÍRITU

Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 1ª Cor. 6:17

El pensamiento expresado en nuestro texto es uno de los más hermosos de la Biblia . Pensemos en esto: unidos al Señor, ¡un espíritu con él! No fue así cuando todavía estábamos en el mundo gozando de los placeres de el. 

Entonces no había unión con él ni un conocimiento con él Señor, solamente había tinieblas espirituales. Teníamos algún conocimiento teórico de la Biblia. Podríamos citar alguno versos de la Biblia, pero no había evidencias que estábamos unidos al Señor, o que éramos “un espíritu con él” No queríamos creer que siempre hubo un Dios, un Creador, un Espíritu Santo. 

El cambio tiene lugar cuando el hombre aprende a conocer a Cristo y es unido a él. La “unión con Cristo eleva al creyente al más alto nivel moral y espiritual” (SDA tom. 6. p.702). Nunca debemos olvidar esto. 

Los hábitos del mundo que provocan irreparables daños al cuerpo y al alma, y sujeta a las víctimas con cadenas de esclavitud, son quebrantados al producirse la unión de Cristo. El espíritu del mundo queda fuera y el Espíritu de Dios dentro. No hay espacio para ambos en el corazón del hombre. 

Cuando el Espíritu del Señor nos hace un espíritu con él,”no hay nada que desee más que ser un agente a través del cual la voluntad de Dios halle expresión en los pensamientos, palabras, y hechos humanos” (Ibid). 

La unidad del Espíritu de Dios con el hombre es otra manera de difinir la justificación por la fe. Describe lo que ocurre en el corazón humano cuando el pecador se rinde por entero a Cristo y se aferra a las promesas de Dios. ”Jesús describe está unión bajo la figura de la vid y los pámpanos (Juan. 15:1,4,5). 

El creyente no pierde su identidad y personalidad, pero se une a Cristo de tal manera que piensa los pensamientos de Cristo con él,desea las cosas que Cristo desea y hace las cosas que Cristo haría si estuviera aquí en la tierra” (Ibid.). 

Hay muchas uniones con el mundo, laborales, sociales, operativas, etc. Cuesta algo pertenecer a algunas de ellas, todo depende de tu estatus social que tengas. Y todo para beneficiarse mutuamente, muchos se unen a esas entidades. 

Sin embargo ninguna unión en la tierra puede ofrecer los beneficios que pueden ser nuestros cuando tenemos una unión con Cristo. Somos un Espíritu, y el precio de esa unión, fue pagado a un precio muy alto en el Calvario.
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